El hecho trascendió el pasado 29 de noviembre cuando los guardafaunas de la zona se percataron del terrible desastre ambiental irreparable sucedido en un campo lindero en la Reserva Punta Tombo, que fue usurpado por un hombre que además electrificó un cerco agravando el daño hacia los animales.
A través de Change.org, El Nuevo Enemigo, un movimiento que convoca a amplios sectores de la sociedad a preocuparte e involucrarse en la crisis ambiental, inició la petición para reforzar el pedido de justicia.
La organización informó que el usurpador del campo dispuso de maquinaria pesada para construir un sendero de 700 metros de largo para lo que utilizó una topadora con la que pasó por arriba de los nidos: “Esta persona generó un daño irreparable, un desastre ambiental que no tiene vuelta atrás”.
Luego colocó una cerca electrificada para delimitarlo, interrumpiendo la marcha de los pingüinos, “los cuales se vieron en desconcierto al no poder volver a sus nidos y concretar su ciclo alimenticio”. “Como consecuencia de la cerca electrificada, muchos de los pingüinos se electrocutaron”, relataron en el petitorio en el que plasmaron que “este hecho es inaceptable” y que “no se puede dejar que el culpable quede impune”.
El pingüino de Magallanes tiene un papel clave en la cadena alimenticia y es fundamental para la conservación integral de los océanos y de las especies. “Le pedimos al Poder Judicial de Chubut que condene al responsable de la masacre de los pingüinos Magallanes de inmediato. ¡Solo pedimos que haya compromiso con el bienestar animal y respeto por nuestro ambiente!”, exigió el movimiento El Nuevo Enemigo. Hasta las primeras horas de la mañana de este jueves, 29.145 personas habían firmado el petitorio.
Las autoridades del Ministerio de Turismo provincial denunciaron el hecho. Florencia Gómez, la fiscal a cargo de la investigación aseguró que el camino, que se extendía desde la propiedad hasta la costa, se realizó “sin autorización” y “con una máquina de alto porte”. La funcionaria judicial graficó la magnitud del daño explicando que la obra de la topadora “enterró a todos los nidos de pichones de pingüinos” que encontró a su paso.
Por su parte, Juan Cabandié, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación confirmó la presentación de una denuncia penal para investigar lo ocurrido. La presentación por maltrato animal será en conjunto con la provincia de Chubut.
La hipótesis inicial apuntaba a que el acusado buscaba facilitar su acceso a la playa. Sin embargo, tras una serie de allanamientos la funcionaria judicial explicó que “hay una situación familiar previa”. ”Todo comenzó con un problema sucesorio de esa propiedad“, informó.
Es por ese motivo que uno de los propietarios que disputa la titularidad del terreno decidió, “sin autorización previa, realizar un camino hacia la costa”. Uno de los titulares del inmueble, Luis Alberto La Regina, indicó que se trató de una usurpación.
“Se estima un total de 292 pichones muertos y/o huevos destruidos, sin poder estimar aún el número de adultos que pudieran haber resultado aplastados por las máquinas dentro de sus nidos”, sostuvo Pablo García Borboroglu, fundador del grupo especialista de pingüinos dentro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
“No puede ser que un loco con una topadora genere un daño así. La sanción debe ser ejemplificadora. Acá hubo invasión de propiedad privada y daño de fauna. Es una aberración lo sucedido”, manifestó Borboroglu.
La reserva natural de Punta Tombo alberga a una de las mayores colonias continentales de pingüinos de Magallanes del planeta, abarca unas 210 hectáreas de estepa patagónica y está ubicada sobre la costa atlántica, en el departamento Florentino Ameghino y a 110 km de Rawson.
Fuente: Infobae