«Finalmente soy libre, pude limpiar mi nombre», celebró Mack, al reaccionar a su exoneración. Mack fue arrestado en Greenburgh, por el secuestro de dos adolescentes y violación de una de ellas en 1975.que caminaba desde su casa a la escuela.
Su arresto se había producido de manera «cuestionable», y según la acusación, «con métodos policiales parciales y muy defectuosos» como, por ejemplo, obligarlo a cambiarse de ropa antes de la identificación «para que así coincida con la descripción del sospechoso«.
En la ocasión, la policía anunció la búsqueda de «un sospechoso negro» en un barrio mayoritariamente de blancos y poco después señalaron a Mack, «afrodescendiente».
El expediente fue reabierto en 2022 y gracias a la prueba de ADN, la policía logró localizar al verdadero culpable que confesó. «La gente no sabe lo que se siente al ser acusado de algo que no hizo», dijo este hombre que vive Carolina del Sur.
«Es la condena errónea más larga en la historia de Estados Unidos en ser revocada por evidencia de ADN«, dijo la oficina del fiscal del distrito, que resaltó «la fuerza inquebrantable de Mack, luchando por casi 50 años».
Nuevos exámenes de ADN que ayudan a modificar la condena
De acuerdo con el Registro Nacional de Exoneraciones, 575 personas condenadas han sido absueltas con base en nuevas pruebas de ADN desde 1989, de los cuales 35 estaban a la espera de ejecución.
Investigadores señalan que los sospechosos negros tienen muchas más posibilidades de ser objeto de condenas erróneas que las personas blancas que son inocentes.
Pese a que las personas negras representan solo el 13,6% de la población estadounidense, más de la mitad de las 3.300 personas cuyas sentencias fueron revocadas entre 1989 y 2022 eran negras.