El crimen de Aarón Maximiliano Bustos Sosa conmocionó a Mar del Plata el 18 de septiembre de 2021. Ese día, el nene, que tenía entonces 18 meses, llegó descompensado a un hospital con su mamá y el novio de la mujer. La pareja dijo que el bebé se había atragantado con la comida, pero se demostró que lo habían asesinado a golpes.
La mentira quedó expuesta casi de inmediato y precipitó la confesión de la mamá de la víctima. La mujer culpó a su compañero de golpear brutalmente con un palo a su bebé hasta matarlo. Desde ese momento, Alán Leonel Lapalma permanece detenido en la cárcel de Batán a la espera del inicio del juicio, cuyo inicio está previsto para febrero del 2024.
Pese al encierro, Lapalma se muestra muy lejos del arrepentimiento. En las últimas horas volvió a ser noticia por compartir en las redes sociales videos de sus días dentro del penal. “Este tipo parece que está mucho mejor en la cárcel que nosotros acá afuera. Todos los días extrañamos y sufrimos la ausencia de Aarón. Queremos que se haga justicia, pero sabemos que acá todo es muy lento”, expresaron desde el entorno de la víctima, en diálogo con 0223.
Todos los videos, de corta duración, muestran distintos sectores de la cárcel y fueron subidos desde la cuenta de TikTok “elmenorcito”, un perfil que no supera hasta el momento los veinte seguidores.
El uso de celulares en las cárceles
Se sabe que la utilización de teléfonos móviles en las cárceles de la provincia de Buenos Aires fue habilitada durante la pandemia. Como los reclusos no podían recibir visitas de sus familiares, tampoco la asistencia de sus abogados para minimizar el contagio de coronavirus, la Justicia dispuso que podrían usarlos, pero con ciertas condiciones, una decisión que tuvo críticas a favor y en contra.
La comunicación es un derecho que una persona no pierde al momento de ingresar a una cárcel como privada de la libertad, así como también lo es la salud, la educación y el trato digno.
Por eso, las autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos justificaron que la prohibición de teléfonos móviles en plena cuarentena anulaba “toda posibilidad de contacto de los internos con sus familiares”.
El protocolo normativo entró en vigencia en marzo de 2020, en el cual se estableció un registro de celulares que identifica a cada usuario, delimita los ámbitos habilitados para el uso del celular y prohíbe las redes sociales, salvo por Whatsapp, ya que se trata de un servicio de mensajería instantánea.
El crimen de Aarón
El informe de los forenses que recibió la fiscal Florencia Salas, a cargo de la investigación, estableció que Aarón tenía numerosas equimosis en el cráneo, el tórax y el abdomen y múltiples traumatismos, aunque los expertos determinaron que un golpe en la cabeza, ejecutado con un elemento pesado y romo, fue lo que le provocó la muerte.
Con las pruebas reunidas, Lapalma fue imputado por los delitos de “homicidio agravado por alevosía” y “lesiones leves agravadas por el vínculo, mediando violencia de género”. En caso de ser encontrado culpable, podría ser condenado a prisión perpetua.
Los antecedentes de Lapalma
El imputado ya había sido condenado a una pena de tres años de prisión en suspenso por el delito de “uso de documento público alterado” y la reclusión en la cárcel se hizo efectiva después de ser detenido por un intento de robo.
Así pasó ocho meses dentro del complejo penitenciario de Batán hasta que la Justicia de Mar del Plata le permitió acceder a una libertad condicional. De hecho, cuando se produjo del crimen de Aarón, Lapalma se contraba todavía bajo ese régimen.