«Sendero Luminoso, dirigida por el delincuente Victor Quispe Palomino, en un acto genocida, asesinó la noche del 23 de mayo a 14 personas aún no identificadas, entre las que se encontraban dos niños, quienes fueron hallados calcinados e irreconocibles», dijo el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en un comunicado.
Inicialmente, la Policía Nacional y el Ministerio Público habían informado que las víctimas eran 18.
Al lado de los cuerpos, los cuales pertenecían a hombres, mujeres e incluso niños, se hallaron panfletos que adjudican el accionar al ya casi extinto movimiento maoísta y en los que se leían consignas que llamaban a «limpiar al Vraem y al Perú de antros de mal vivir, de parásitos y corruptos”.
Asimismo, la agrupación llamó a “boicotear” las próximas elecciones del 6 de junio, votar en blanco y negarle el voto a la candidata derechista de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien dirimirá la crucial segunda vuelta frente al izquierdista Pedro Castillo.
“¡Quien vote a favor de Keiko Fujimori es un traidor, es asesino del Vraem, es asesino del Perú! ¡Nunca más Fujimori!”, decían los panfletos.
El Ministerio Público anunció que la Fiscalía Supraprovincial Especializada en Delitos de Terrorismo y Lesa Humanidad de Huánuco y Selva Central inició las investigaciones por la masacre.
El presidente Francisco Sagasti dijo en Twitter que condenaba «enérgicamente» los asesinatos y aseguró que ordenó «el despliegue de patrullas de las Fuerzas Armadas y la Policía Ncional en la zona, para que esta acción terrorista no quede impune».
Vizcatán es una zona marcada por los remanentes de Sendero Luminoso y área de enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y grupos narcoterroristas.
“La dirección contra el terrorismo realizará las investigaciones; las víctimas han sido incineradas, quemadas”, reveló el comandante, y precisó que se trataba de un grupo de personas que se dedicaba a la venta de bebidas alcohólicas.
