El episodio ocurrió el domingo en el estadio del Club Social y Deportivo Madryn, durante el encuentro en el que el local se impuso ante Alvarado. Entre los hinchas, la policía identificó a un joven de 22 años que estaba junto a su ex pareja, a pesar de tener una restricción de acercamiento vigente.
La medida, ordenada en julio por el Juzgado de Familia, se controlaba a través de una tobillera electrónica dual, que envía alertas si el agresor se aproxima a la víctima. La señal del dispositivo permitió ubicarlo de inmediato y proceder a su detención.
El detenido ya enfrentaba investigaciones penales por violencia de género y amenazas contra la misma mujer. Su incumplimiento de la orden judicial agravó la situación, impulsando a las fiscales Ivana Berazategui y María Eugenia Vottero a solicitar una condena rápida.
En la audiencia de control de detención realizada el martes, la jueza María Alejandra Hernández homologó un juicio abreviado: seis meses de prisión efectiva. Al unificarse con una sentencia anterior de dos años y seis meses en suspenso, el joven deberá cumplir tres años de cárcel.