Facundo Jones Huala volvió a quedar en el centro de la escena judicial. El líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) fue arrestado este domingo en El Bolsón, Río Negro, por disposición de la Justicia Federal de San Carlos de Bariloche.
La detención fue motivada por una denuncia del Ministerio de Seguridad de la Nación que lo acusa de incitar a la violencia colectiva, hacer apología del delito, intimidación pública y asociación ilícita.
El operativo fue confirmado por la ministra Patricia Bullrich, quien sostuvo con firmeza: “La RAM es una organización violenta y terrorista. Con nosotros no hay impunidad. Los argentinos del sur merecen vivir en paz y esta vez no lo van a soltar”.
La nueva causa contra Jones Huala se originó luego de que el dirigente mapuche presentara un libro de su autoría, escrito durante su detención en Chile, titulado Entre rejas, antipoesía incendiaria. En ese material, según la denuncia oficial, se exponen ideas que reivindican ataques a la infraestructura del sistema capitalista, incluyendo hechos que se consideran actos de sabotaje.
A pesar de las acusaciones, el propio Jones Huala negó haber promovido la violencia contra personas o el medio ambiente. “Jamás hemos atacado nuestro entorno ni a nuestra gente. Dicen que incendiamos bosques y eso es mentira. Nunca lo hicimos ni lo haríamos”, sostuvo durante un acto en el que presentó su libro.
Desde el Gobierno, sin embargo, no comparten esa visión. Fernando Soto, director nacional de Normativa y Enlace Judicial, fue tajante: “Jones Huala comete actos de terrorismo, se autopercibe mapuche pero ataca al Estado argentino. Lo denunciamos por apología del delito y ahora está donde debe estar: en prisión”.
No es la primera vez que el activista queda en la mira de la Justicia. A principios de año también fue detenido en El Bolsón por otro incidente vinculado a la seguridad pública. En Chile había cumplido una condena de cuatro años por el incendio de una propiedad privada en un campo, lo que profundizó su historial de enfrentamientos con el sistema judicial de ambos países.
Esta nueva detención reaviva el debate en torno a la RAM, sus métodos y su legitimidad como organización indígena. Mientras el Gobierno avanza con su política de seguridad, Jones Huala vuelve a convertirse en un símbolo de división en la Patagonia.
