La audiencia de cesura de pena, realizada éste lunes, puso de manifiesto las dramáticas consecuencias de las acciones de La Regina en su estancia La Perla, ubicada al norte de la reserva faunística de Punta Tombo.
Durante la audiencia, la fiscal Florencia Gómez resaltó que el imputado actuó de manera «premeditada», ocasionando serios daños a una colonia de pingüinos de Magallanes y otras especies al utilizar maquinaria pesada sin la debida autorización. Según Gómez, La Regina, quien conoce profundamente la biodiversidad y el delicado ecosistema de la región, tuvo la intención de dañar una zona vital para la fauna local.
«La terrible acción de La Regina no fue un arrebato, sino un plan deliberado a sabiendas de que no contaba con los permisos requeridos,» afirmó la fiscal.
La defensa, liderada por el abogado Federico Ruffa, argumentó que se debería imponer la pena mínima de un año de prisión en suspenso, mientras que rechazó la solicitud de indemnización por considerarla improcedente, dado que dicha propuesta ya había sido desestimada anteriormente.
El querellante Martín Castro exigió, además de la prisión, una restricción en el uso de la estancia La Perla ampliando el área protegida a 500 hectáreas para salvaguardar el medio ambiente. Castro subrayó que el daño causado por La Regina es “irreparable” y criticó que sus acciones no solo destruyeron flora y fauna, sino que también afectaron la identidad cultural y ambiental de Chubut.
Por su parte, Eduardo Hualpa, otro abogado de la querella, pidió una indemnización de 518 mil dólares para financiar la protección y restauración de los hábitats impactados, así como implementar un programa de concientización ambiental dirigido a la comunidad y los trabajadores de la Reserva de Biosfera Patagonia Azul.
Con el futuro en manos de los jueces María Martini, Eve Ponce y Carlos Richieri, se espera que la decisión final no solo determine la pena de La Regina, sino que también marque un precedente en la lucha por la conservación ambiental en la región.