El Ministerio Público Fiscal pidió un allanamiento en una vivienda del Barrio Comercio III, que arrojó resultados positivos en el marco de la investigación por robos agravados. En los allanamientos, se secuestraron prendas, telefonía celular y además se recuperaron elementos robados.
Uno de los delitos ocurrido el pasado 9 de septiembre en una agencia de quiniela. Según la denuncia presentada por la empleada del local, dos sujetos armados ingresaron al lugar y sustrajeron la suma de $238.000 en efectivo. Luego de cometer el delito, fueron captados por cámaras de seguridad mientras huían a pie en dirección a la costa. En los días siguientes, vecinos del barrio identificaron a los hermanos como posibles responsables, aunque muchos evitaron brindar declaraciones formales por temor a represalias.
La investigación, liderada por los fiscales Alex Williams y Juan Pablo Santos – presentes en los allanamientos-, junto con personal de la División de Investigaciones de la Policía, incluyó un exhaustivo análisis de cámaras de seguridad y entrevistas a testigos. Los sospechosos son dos jóvenes de 15 y 16 años, identificados como L.G.V. y J.G.V., quienes residirían en la vivienda allanada. Ambos ya habían sido vinculados a otros robos en la zona, utilizando el mismo modus operandi: el uso de armas de fuego y el ocultamiento de sus rostros con pasamontañas.
El domicilio allanado ya había sido objeto de otras intervenciones judiciales relacionadas con hechos delictivos previos. Según la Fiscalía, los menores implicados provienen de una familia con antecedentes penales. La vivienda, descrita por vecinos como problemática y en estado de abandono, ha sido señalada como un foco de conflictos en el barrio.
Los investigadores creen que los jóvenes estarían implicados en varios robos bajo un patrón similar. Entre los hechos más recientes destacan los asaltos a la agencia «Empanadas House» y a la «Farmacia Sur», ambos en Puerto Madryn. En esos delitos, los autores también utilizaron armas de fuego y ocultaron su identidad con pasamontañas y guantes.
La División Policial de Investigaciones (DPI) ha seguido el rastro de los jóvenes a través de un detallado análisis de los recorridos captados por videovigilancia pública y privada. El seguimiento reveló que, tras cada robo, los sospechosos huían hacia el sector costero y luego se dirigían al Barrio Comercio III, donde residen. Este patrón recurrente, junto con la identificación de prendas y las similitudes físicas de los autores, fue clave para vincular a los hermanos con una serie de delitos que han afectado a comercios locales en los últimos meses.
La solicitud de allanamiento incluyó el pedido de detención del menor de 16 años de edad (el menor de 15 años es inimputable por la ley penal), requisa personal de los ocupantes y el secuestro de prendas, armas y dispositivos móviles relacionados con los hechos. Estas medidas fueron requeridas ante la jueza Stella Eizmendi.