El episodio culminó con el sujeto tirado en una vereda, bajo la lluvia, un desenlace atípico, que pareció no sorprender demasiado a los residentes de la zona.
“La gente ya prácticamente hace caso omiso a este tipo de incidentes”, comentó un comerciante del barrio al portal SM Noticias.
La situación, más allá de lo anecdótico, refleja un problema de fondo mucho más grave: la salud mental desatendida. Este tipo de comportamientos ya ha puesto en riesgo a quienes los protagonizan, y también a terceros. “A la inseguridad, que es moneda corriente, se suman estos casos de personas con desequilibrios mentales que en muchos casos se ponen violentos”, aseguró ese vecino.
La falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades agrava el problema. Según denuncias de los residentes, la Policía no acude ante llamados por este tipo de situaciones, dejando a la comunidad en un estado de vulnerabilidad constante.