En ese sentido la secretaria de Desarrollo Social, Familia y Salud del Municipio de Rawson, Anahí Olivera, se refirió a esta jornada especial, en la que los alumnos de la Escuela Nº 729 de la ciudad visitaron a las Casas Tuteladas a fin de compartir un momento y juegos con las personas que se encuentran en ese Complejo.
Se trata de una práctica que se repite regularmente por diferentes instituciones, alumnos, agrupaciones e iglesias, entre otros organismos, que logra afianzar y fortalecer los vínculos con los adultos mayores.
«Hemos observado en distintas recepciones que el intercambio con las personas mayores de edad es muy lindo. Se puede ver a simple vista lo bien que a ellos les hace y los activos que están», dijo Olivera.
Por último, indicó que para acceder a las visitas se deben poner en contacto con la Secretaría de Familia Municipal o bien, con la referente del Complejo de Casas Tuteladas, María Angelina Calderón: «Para nosotros es sumamente grato ver cómo la comunidad en general se interesa en visitar a las personas mayores de edad y generar distintas actividades con ellas», y añadió que «es una herramienta fundamental para fortalecer los vínculos y que los adultos mayores se despejen y se distraigan. En este caso, con los estudiantes de la Escuela 729 se vió fortalecido el trato para con ellos».
Brindar gratos momentos
Por su parte, las docentes que acompañaron a los estudiantes en esta experiencia, Marisol Montes de Oca y Ailen Mussio, detallaron el porqué de la visita al Complejo, enmarcándolo dentro de la materia Prácticas Corporales y Ludomotrices, que tiene por objetivo el proyecto de creación de juegos y actividades para distintas instituciones. En esta instancia, se eligió a Casas Tuteladas de Rawson.
«El dato relevante es que los mismos estudiantes eligieron visitar este complejo para regalarles a quienes residen allí, los mejores momentos con las actividades lúdicas, y la interacción entre todos, ya que allí los recibieron con unas exquisitas tortas fritas», comentaron las docentes.
«La idea es que los estudiantes se puedan pensar de manera articulada, en una futura experiencia como coordinadores ludomotrices, para trabajar con una población de un rango etario diferente, ya que la carrera tiene una orientación en Educación Física, y es por eso que se obtiene con esta visita el conocimiento de cómo es el trabajo y como son los vínculos con los adultos mayores», indicaron.
Finalmente, sostuvieron que «en esta oportunidad, los estudiantes se acercaron con rompecabezas, juegos de memotest con números y letras. También se divirtieron con un juego no convencional cuyas características eran parecidas al juego del sapo, que hizo que se pasaran momentos más que agradables».