Por qué hay faltante de GNC
El dirigente enfatizó que el cierre es una medida necesaria debido al aumento abrupto del consumo residencial de gas. “Cuando en un gasoducto, de 10 millones de metros cúbicos que estaba consumiendo el sector residencial en los primeros días de mayo, se aumentó a 60 millones y llegó a 80 millones el consumo residencial prioritario”, explicó, agregando que la presión en los gasoductos cae, poniendo en riesgo el abastecimiento general.
Esto ocurre en un escenario en el que, a raíz de las bajas temperaturas registradas en las últimas semanas, aumentó el consumo residencial y el sistema se ve desbordado por problemas en la infraestructura para transportarlo.
Este fenómeno no es nuevo, según Olivero. “Este problema en realidad comenzó por el año 2011/12, cuando el avance del consumo empezó a mostrar los faltantes”, señaló. Actualmente, aunque hay abundancia de gas en Vaca Muerta, el problema radica en la falta de infraestructura para transportarlo. “El gasoducto que viene de Vaca Muerta hacia los centros de consumo no está terminado”, afirmó.
La situación se ha agravado debido a las bajas temperaturas sostenidas que se han registrado en los últimos días. “Tuvimos bastante suerte porque los inviernos últimos fueron bastante magnánimos, pero por estos fríos la situación se complicó”, dijo Olivero. Normalmente, para cubrir la demanda en un invierno normal, se adquieren barcos con GNL (gas natural licuado) para junio o julio. Sin embargo, la repentina ola de frío en mayo ha desbordado todas las previsiones.
Olivero añadió que, si bien se espera que la temperatura suba a 11 grados en los próximos días, lo que podría aliviar el consumo, la solución al problema no será inmediata. “Recién hacia el viernes o sábado se va a conseguir cargar el tanque de gas, salvo que aumentara mucho la temperatura y empezara a aflojar la toma de los sistemas de calefacción y la parte prioritaria”, explicó.
El dirigente afirmó que han aconsejado a las estaciones contratar el promedio de venta diaria en firme, pero la demanda ha superado todas las previsiones. “Las transportistas son las que abastecen a las distribuidoras en los centros de consumo, en las ciudades. Las distribuidoras tienen lo que se llama las alertas, que está dado por el gas inyectado y el gas retirado. Es tal el retiro que comienza a bajar la presión”, explicó.
Otro problema técnico que complica la situación es que, con el frío, las moléculas de gas tienden a congelarse, lo que afecta la presión en los gasoductos. “Por más gas que inyectes no sube la presión porque del otro lado te están sacando”, señaló Olivero.
Olivero también se refirió a las previsiones para el suministro de GNL, mencionando que siempre se ha sabido que los barcos se suelen comprar para cubrir la demanda de junio y julio. “Te vino un frío muy crudo en mayo y desbordó todo”, lamentó.