En ese sentido, canciller español insistió además en que el presidente Milei pida “disculpas públicas tras lo que fue un asalto”, luego de su presencia en Madrid el fin de semana. “Argentina tendrá que continuar sin embajadora española en Buenos Aires”, insistió el funcionario del gobierno de Sánchez.
El domingo pasado, el gobierno de España llamó a consultas a su embajadora en Buenos Aires y, posteriormente, convocó al embajador argentino en Madrid, Roberto Bosch, después de que Milei llamara “corrupta” a la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, y acusarlo también de ampararla.
Desde el Palacio de la Moncloa pidieron en reiteradas veces al presidente argentino que pida perdón, pero en la Casa Rosada insistieron, a pesar de las destempladas declaraciones de Milei, en que era España la que debía pedir disculpas por los supuestos ataques vertidos contra Milei.
“No existen antecedentes de un jefe del Estado que acuda a la capital de otro país para insultar a sus instituciones y realizar una injerencia en sus asuntos internosa”, aseguró Albares, que insistió en que precisamente esa “no injerencia” es un principio de “convivencia” entre naciones.
También recordó que el Gobierno puso a disposición de Milei tanto la base aérea de Torrejón como la seguridad necesaria para su viaje, en el que no se reunió ni con el rey ni con ningún representante del Ejecutivo. “Es un caso único en la historia de las relaciones internacionales”, advirtió.
“Nosotros no tenemos interés en ninguna escalada pero es deber del Gobierno defender la dignidad y la soberanía”, agregó Albares e insistió en que España no provocó esta situación. Además, aseguró no entender que “esos insultos” de Milei, cuando se pronunciaban en Madrid, “recibían los aplausos y las risas de otros españoles”, en alusión a los seguidores de Vox. “Hay momentos para ser oposición y otros para ser España. El domingo, ante Javier Milei, era el momento de ser España”, advirtió.