El joven chileno estaba ausente en el momento en que se dictó su sentencia, siguiendo el juicio de manera remota desde Chile. Sin embargo, al conocer la condena en su contra, desapareció sin dejar rastro alguno, lo que desencadenó una búsqueda internacional para dar con su paradero.
A pesar de que las autoridades lo habían ubicado en un country de Mendiolaza, Soler logró evadir el operativo policial abandonando la vivienda antes de su llegada. No obstante, gracias al arduo trabajo de inteligencia y al análisis de datos telefónicos, finalmente fue localizado a 40 kilómetros del lugar inicial.
Tras su detención, Agustín Soler quedó a disposición de los Tribunales Federales de Córdoba, donde se iniciarán los trámites para su extradición a Chile. Allí deberá cumplir la sentencia impuesta por los delitos de abuso sexual hacia menores, poniendo fin a su periodo como fugitivo de la justicia.