La situación comenzó en Gigante cuando Natasha y sus amigas fueron insultadas, y luego, en la estación de servicio, les arrojaron gas pimienta y les negaron el acceso al baño. Mientras buscaban un remis en Alem y Rivadavia, se encontraron con las agresoras, y Natasha preguntó si conocían a la persona que la había golpeado.
La situación escaló rápidamente, y Natasha fue atacada violentamente, sufriendo fracturas en el maxilar, el tabique nasal y perdiendo varias piezas dentales. Un testigo intervino para evitar un daño mayor.
La madre de Natasha relató que su hija perdió el conocimiento y fue llevada al hospital. Las agresoras también llegaron al hospital, una de ellas alegando que sabía cómo funcionaba el proceso debido a experiencias previas de violencia.
La familia de Natasha busca garantías de justicia y ayuda para cubrir los costos médicos, ya que no cuenta con seguro médico. La situación está siendo investigada por las autoridades judiciales.
Esta violencia inusitada en la calle ha conmocionado a la comunidad y plantea preguntas sobre la seguridad en la ciudad.