Un grupo de científicos del CENPAT, integrantes del Laboratorio de Mamíferos Marinos (LAMAMA) perteneciente al Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET) publicó un trabajo en el que revelan tres diferentes grupos de orcas (Orcinus orca) que utilizan las costas de Chubut para alimentarse y reproducirse. La investigación, denominada “Orcas en el norte de la Patagonia Argentina: Evidencia de diferentes grupos de alimentación a partir de isótopos estables”, fue realizada por Rocío Loizaga, Néstor García, Cristian Durante, Damián Vales y Enrique Crespo.
Las muestras se obtuvieron de orcas varadas en diferentes puntos de la costa de la provincia del Chubut durante el período 1970–2014. “Únicamente encontramos dos animales frescos como para poder realizar una necropsia. Es difícil porque son animales que tienen mucha capacidad de dispersión, que no se acercan a la costa, son animales que viven mucho (una orca puede vivir hasta 100 años), entonces es muy dificultoso encontrar animales varados en la costa que nos permita estudiarlos”, explica Loizaga.
De un total de doce animales encontrados desde la década del 70 hasta hoy, únicamente a dos animales de la costa del Chubut, (uno varado en Camarones y otro en el Golfo San José) son a los que le pudieron tomar muestras de tejido y de estómago para poder inferir qué estaban comiendo. “Pudimos utilizar unos marcadores biogeoquímicos, los isótopos estables de carbono y nitrógeno, que nos permitieron entender qué comen las orcas, si hay una variación individual y, lo más sorprendente, es que nos dimos cuenta que en la costa de Chubut tenemos animales provenientes de otros ecosistemas como el sur de Brasil o las costas subantárticas”, agrega la bióloga del CESIMAR. Esto significa también que las orcas pueden tener un impacto en el ecosistema más fuerte de lo que se creía, conectando ecosistemas y transportando energía de uno a otro.
“Lo que vimos de las únicas dos que pudimos chequear el ADN es que su información genética coincidía con una población de la Antártida, o sea que no solo vendrían para alimentarse sino también con fines reproductivos. Las orcas tienen una estructura social donde se mueven en grupos de hembras, con una más longeva que es la matriarca, y son los machos los que se van de esos grupos a reproducirse con otros. Probablemente estos movimientos podrían explicar ese flujo génico entre poblaciones”, añade Rocío Loizaga.
En cuanto a la alimentación, la investigadora cuenta que “se conocía que las orcas tienen este comportamiento de varamiento intencional para capturar cachorros de lobo marino o de elefante y pensábamos que había una dieta muy sesgada a esas dos especies aunque también teníamos algunos registros de capturas activas de delfines oscuros. Sin embargo, la dieta de las patagónicas es muy variable, basada en mamíferos marinos, pero que también hay una gran proporción en esa dieta de peces óseos como el salmón o el pez limón”.