Semanas después de que el investigado crimen de su hija cobrase notoriedad nacional, Miguel, padre biológico de Cecilia, había hablado con la prensa y se mostró dolido por lo ocurrido con la joven.
Sin embargo, desde la familia núcleo de Cecilia denunciaron que se trataba de un padre «ausente», que «se borró en lo económico y emocional» durante más de dos décadas y que no tenía idea sobre la joven que ahora lloraba.
«El padre de Cecilia no es padre, es solo biológico. En 24 años nunca estuvo presente ni económica ni emocionalmente. Tiene relación directa con los Sena. Tiene un arresto domiciliario por lavado de activos. No le den cámara. Él está cobrando las notas, está lucrando con la muerte de una chica que no conoció», había dicho Gloria Romero, madre de la joven, tras conocer la entrevista que le habían hecho a su ex pareja.
Desde el entorno de la familia núcleo confirmaban que Miguel estuvo ausente durante toda la crianza de las chicas, y que incluso dejó la casa familiar cuando Gloria estaba embarazada de Ángela, la hermana menor de Cecilia. Si bien aportó el apellido, fue lo único que dejó.
El hombre arrastraba complicaciones cardíacas. Cuando su hija Cecilia despareció se le informó lo sucedido, pero se minimizó la información debido a su débil estado de salud.