Ambas personas fueron aprehendidas y trasladadas a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), donde serán indagadas y quedarán a disposición de un juez cautelar.
La caída de la aeronave ocurrió alrededor de las 16 del 18 de julio último, a 5 kilómetros del establecimiento rural conocido como «La Aurora», en Avia Terai, Departamento Independencia, y de la ruta nacional 16, en cercanías de una escuela primaria y a unos 200 kilómetros de la ciudad de Resistencia, Chaco.
Fuentes judiciales informaron que la avioneta cayó entre un camino rural y un campo posiblemente cuando realizaba un vuelo rasante para arrojar los bultos de cocaína en forma de «bombardeo», una de las maniobras más frecuentes utilizadas en esa zona.
Los vecinos de la zona alertaron a la comisaría de Concepción del Bermejo cerca de las 15.45, por lo que de inmediato se trasladaron al lugar.
Sin embargo, al llegar, los efectivos descubrieron que no se hallaban personas heridas ni fallecidas y encontraron la aeronave volcada, con la carga de 10 panes rectangulares de color verde con un logo identificatorio de una mano abierta y un rostro con barba, que en su interior contenían un total de 324,500 kilos de cocaína, los cuales quedaron a disposición de la justicia federal.
Testigos presenciales aseguraron a los investigadores que dos personas con aparentes lesiones fueron rescatadas y trasladadas en una camioneta tras la caída de la avioneta.
En tanto, el pasado martes, una semana después del hallazgo de la avioneta estrellada, efectivos de Gendarmería Nacional (GNA) encontraron bultos con otros 32 kilos de cocaína a unos 60 metros del lugar donde había caído la aeronave, que se presume formaban parte del mismo cargamento, dijeron voceros de esa fuerza de seguridad.
De la pesquisa realizada en Bolivia surgió que la avioneta Cessna 210, Turbo Centurión II, con matrícula boliviana CP-3123 de color roja y blanca había sido secuestrada hace dos meses en ese país, en el marco de una investigación narco, aunque al no encontrar rastros de drogas tras una serie de peritajes, la Justicia se la entregó nuevamente a su dueño.
La sospecha de la policía y la justicia argentina es que la droga pertenece a una banda transnacional que opera desde hace al menos dos años la ruta Bolivia-Paraguay-Argentina para transportar la cocaína que, luego, trafica a Europa vía marítima a través de la hidrovía en Rosario y San Lorenzo, entre otras.