En medio de la crisis bancaria que afecta a Europa y Estados Unidos, la calificadora de riesgo a nivel global, Moody’s Invertors Service, analizó el riesgo que tendría la situación en América Latina y dijo que el impacto tendría un efecto limitado.
“La mayoría de los sistemas bancarios de América Latina se concentran en bancos grandes, sólidos y altamente diversificados. En consecuencia, la concentración por segmento hacia una sola industria es relativamente limitada, lo que ayuda a proteger los sistemas bancarios en la región”, señaló Marianna Waltz, Managing, directora de Moody’s.
Asimismo, aclaró que además de “una estricta regulación de riesgo de mercado en América Latina, los bancos de la región han enfrentado con frecuencia períodos prolongados de altas tasas de interés e inflación”, las cuales remarcó, “ha ayudado a sus equipos de gestión a construir marcos sólidos para controlar los riesgos de mercado”.
Además, indicó el escrito, la limitada sofisticación de los mercados financieros locales y las altas tasas de interés respaldaron la estabilidad de los depósitos como fuente de financiamiento. “La alta concentración de la industria en instituciones sólidas y diversificadas ayuda a proteger los sistemas en América Latina”, sostuvieron.
Por otra parte, remarcó que “la regulación del riesgo de mercado es generalmente muy estricta en América Latina, lo que da como resultado que los bancos mantengan posiciones de cobertura considerables contra movimientos de las tasas de interés”. Ante esto, “la baja diversificación de las clases de activos y los volúmenes de transacciones relativamente pequeños en los mercados de capital empujaron a los bancos a asignar grandes sumas de activos líquidos a los bonos del gobierno”.
Además, aclaró que en América Latina solo dos instituciones financieras tienen filiales bancarias en Estados Unidos: Banco Bradesco de Brasil y Banco de Crédito e Inversiones de Chile. A pesar de ello, los riesgos están relativamente contenidos debido al enfoque operacional en transacciones pequeñas.
Por último, para los próximos trimestres se espera que “con la estabilización de las tasas de referencia respaldada por la relajación general de la inflación en la región”, la presión “esté más contenida”.