En su exposición al momento de debatirse la pena que le podría caber a Raúl Care hallado culpable en la causa del Ministerio de Educación, el fiscal general Omar Rodriguez se refirió enfáticamente a las consecuencias indirectas que, en la sociedad, producen los hechos de corrupción. “La gran mayoría de la gente cree que todo esto está arreglado. No confía en mí, no confía en ustedes (dirigiéndose a los jueces Marcelo Nieto Di Biasse, Martín O´Connor y Patricia Reyes, los miembros del Tribunal), no confía en los funcionarios políticos…Es muy triste, pero indudablemente que algo hicimos mal”.
Su exposición estuvo basada en destacar las graves consecuencias sociales que producen los hechos de corrupción, como el delito de administración fraudulenta, investigado en esta causa.
Agregó que “en esta causa no hay solo un daño económico”, sino que con este delito, además “se deslegitima a la democracia, se atenta con los derechos humanos de los más vulnerables, afecta la salud, la educación, el servicio de Justicia, entre otros graves daños”. Agregó que estas consecuencias indirectas son muy graves, y por ello “las convenciones y el interés internacional en combatir a la corrupción”.
Pidió que se haga un paralelismo con los delitos de perspectiva de género “para que exista también una perspectiva de corrupción”.
La actividad de Raul Care fue la de aprovecharse de su función “para favorecerse personalmente. Es una persona con instrucción que además tiene conocimientos de tareas administrativas, por lo tanto, tenía más conciencia de los hechos que estaba desplegando”.
Rodríguez pidió que se lo condene a tres años y medio de prisión, inhabilitación perpetua, parta ocupar cargos públicos, además de hacerse cargo de las costas de todo el proceso penal.
Care contó cómo llegó a Rawson
Por su parte, Raúl Care no presentó testigos de su interés para morigerar la pena, tras ser hallado culpable la semana pasada. Pidió hablar ante el Tribunal y contó aspectos de su vida. Nacido en Alto Río Senguer y con 45 años de edad, desde la localidad de Sarmiento se vino a Rawson a pedido de Graciela Cigudosa, durante la gestión de Mirta Romero como Ministra de Educación. Así comenzó a trabajar en el Ministerio de Educación. Volvió a Río Senguer unos pocos años a realizar tareas encomendadas por ese Ministerio, hasta volver en el año 2018 a pedido de la entonces ministra de educación, Graciela Cigudosa. Reiteró que nunca tuvo una relación estrecha con Daniel Schmid y que solo se dedicó a trabajar en las funciones que le encomendaron. Destacó sus esfuerzos económicos para mantener a su actual familia y a los hijos de un anterior matrimonio, que se encuentra intentando terminar la escuela secundaria para “no tener que depender de nadie”, y que realizó un curso de refrigeración, actividad que desempeña en la actualidad mediante la modalidad de “changas”.
El defensor Andrés Meiszner pidió el mínimo de la pena, la de dos años de prisión en suspenso. El próximo viernes en horas del mediodía se conocerá la pena en su contra.