A menos de tres semanas de que se conozca el veredicto por la muerte de Lucio Dupuy, su padre Christian compartió en su cuenta de Facebook un emotivo texto que le escribió a su hijo y en el que aseguró, entre otras cosas, que su familia “jamás podrá olvidarlo”.
Las dos principales acusadas en esta causa son la madre de la víctima, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez, quienes están imputadas de “homicidio calificado y abuso sexual gravemente ultrajante”, delitos que prevén la pena de prisión perpetua.
La carta del padre de Lucio Dupuy
«Te extraño. Lo he intentado y es inútil, llevo un tiempo tratando de soltarte, pero es totalmente inútil intentar olvidar algo que está y siempre estuvo tan dentro de mí», comenzó Christian en su texto.
Y siguió: «Es imposible olvidar la sensación de cuando llegaste al mundo y te entregaron a mí envuelto en mantitas, imposible olvidar lo desgarrador y doloroso (que fue) verte en un cajón, cuando la ley de la vida dice que un hijo debe enterrar a su padre, y no así como pasó».
El hombre expresó que a «un año y dos meses» de la muerte de Lucio, no puede «entender» qué fue lo que pasó y que nadie le «ha dado explicaciones de por qué pasó todo esto».
«Una tortura constante vive en mí, recordando esa hermosa risa, y tu vocecita diciéndome »papi». Tu hermana sigue nombrándote, no te olvida y nunca lo va a hacer, porque tu recuerdo vive en nosotros y, con el amor que te tenemos, jamás podremos olvidarte.
Mi papito, deseo que la vida me pase rápido, disfrutando de todo lo que tengo para volverte a ver. Te extraño», finalizó.
Golpes, castigos inhumanos y violaciones
Lucio fue asesinado el 26 de noviembre del año pasado, pero antes, las imputadas se aseguraron de hacer de su vida un calvario. Así lo reconstruyó la Justicia en base a distintos resultados: por “odio de género” al papá del nene, sometieron a la víctima, durante meses, a todo tipo de “castigos inhumanos”, incluidas duras penitencias, palizas, amenazas y presiones psicológicas e, incluso, abusos sexuales y el corte de genitales.
De acuerdo a la acusación de los fiscales, del contenido de los teléfonos celulares de las acusadas surgen “mensajes escalofriantes de castigos inhumanos a los que era sometido el niño”. Entre esos castigos, señalaron “falta de comida, hacerlo pasar frío, penitencias interminables contra una pared, golpes de puño en la panza que le provocaban vómitos continuos, golpes en la cara que le provocaron lesiones visibles, amenazas respecto de que no podía contar a nadie lo que vivía si no sería peor, no mandarlo al jardín por dos motivos: primero para que no vieran las maestras sus lesiones y segundo como forma de endilgarle castigo, ya que disfrutaba de ir al jardín”.
Los mensajes también revelaron que a Lucio “le ponían hielo para que se le deshincharan los golpes de la cabeza”, que acordaban entre ellas “excusas que expondrían en el jardín para justificar la ausencia del chico o para que no se juntara con amiguitos”.
Los fiscales explicaron que “en esos mensajes se puede leer cómo Lucio era una molestia para Abigail y Magdalena y todo el tiempo pensaban cómo quitarlo de sus vidas para que no arruinara su relación de pareja, y según ellas sus peleas y discusiones las motivaba Lucio”.
El dictamen fiscal agrega que “a raíz de las lesiones en la parte genital del niño, se determina la existencia de un crimen por odio por las características de Lucio perteneciente al género masculino”. De los intercambios de mensajes entre las imputadas previos al crimen se traduce que su desprecio principalmente estaba dirigido hacia Christian Dupuy, el padre del chico.
En los alegatos finales, el fiscal del juicio solicitó la prisión perpetua para las principales acusadas.
El 2 de febrero se reanudará el debate y para esa jornada está previsto que el tribunal dé a conocer su veredicto, de modo que se conocerá si las sospechosas fueron culpables o no.