Los restos del submarino hallado a la altura de Necochea, en el mar Argentino, pertenecen a la Armada de la Alemania nazi. Así lo confirmó la pericia realizada por la Liga Naval de Italia, quienes investigan el caso.
La pericia, firmada por Fabio Bisciotti, uno de los máximos expertos internacionales y especializado en identificación de sumergibles de la Segunda Guerra, coincide en líneas generales con el informe de la Prefectura Nacional Argentina.
El material analizado por los expertos fue obtenido por Prefectura Naval Argentina a 3 kilómetros de la playa, en la zona ubicada entre Costa Bonita y Quequén, al norte de Necochea.
El punto de ubicación de los restos fue descubierto en 2009 por Enrique Vicente Silva, un exmilitar y pescador de la zona, quien con la ecosonda de su embarcación costera detectó una elevación de cerca de 4 metros sobre el lecho marino, en un sitio sin marcaciones de naufragios registradas en las cartas náuticas oficiales.
En 2021, luego de ponerse en contacto con Silva, el escritor e investigador Abel Basti -autor entre otros de libros como «El exilio de Hitler» y «La segunda vida de Hitler«- y coordinador de «Eslabón Perdido» confirmaron la presencia de una estructura «muy desarmada» a unos 28 metros de profundidad, tras una inspección con una sonda de barrido lateral.
Eslabón Perdido es una agrupación de voluntarios creada con el objetivo de encontrar los cascos de submarinos nazis que, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, llegaron clandestinamente a Argentina y que fueron hundidos por sus tripulantes para no dejar rastros luego de desembarcar en el país.
«En el invierno del 1945 el comisario de Necochea recibe la denuncia de desembarcos en la zona. El comisario se acerca al día y observa que en ese sitio hay huellas que vienen del mar. Y huellas de camiones», contó Basti.
Y continuó: «Sigue con esta patrulla y a 4 kilómetros encuentra la estancia Moromar. Intenta entrar, pero detrás de la tranquera se encuentra con un grupo de extranjeros, rubios, con ametralladoras en la mano y que no hablaban en español pero le indican que no puede entrar«.
«Mi principal hipótesis es que Hitler huyó a Argentina. Este podría ser el submarino que evacuó a Hitler al final de la guerra«, sostuvo Basti en declaraciones televisivas.
Ingenieros navales determinaron que los restos pertenecen a un submarino compatible con los modelos de submarinos de fabricación alemana U-530 y U-997. Está semienterrado y con el casco destruido. Fueron identificados el periscopio, una torreta, una escotilla y la cubierta.