El Gobierno de la Provincia, a través de la Dirección de Fauna y Flora Silvestre dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio, se encuentra investigando y monitoreando, en conjunto con otras áreas la causa de muerte de ejemplares de Ballenas Francas en las últimas horas en el Golfo Nuevo.
En este sentido, investigadores científicos se encuentran realizando las necropsias y toma de muestra correspondientes, como así también muestras de agua para determinar las posibles causas de muerte.
En primera instancia la hipótesis probable es la intoxicación por biotoxinas, esto es microorganismos productores de toxinas en el mar que junto con determinados factores del medio ambiente (temperatura, luz, pH, disponibilidad de ciertos nutrientes, salinidad, entre otros) encuentran favorable su multiplicación.
Cabe recordar que, la provincia cuenta con un acervo científico y técnico con vasta experiencia en la especie Ballena Franca Austral, contando actualmente con diferentes proyectos de investigación en curso y programas de seguimiento de la especie abocados a este evento como el Cenpat-Conicet, el Instituto de Conservación de Ballenas, el Programa de Monitoreo sanitario de Ballena Franca Austral y la Red de Fauna Costera Chubut.
“Hay que esperar el procesamiento de las muestras para poder confirmarlo”
Al respecto, el director de Fauna y Flora Silvestre de la Provincia, Fernando Bersano informó que “desde ayer empezaron a llegar los primeros informes y se comenzó a trabajar con la Red de Fauna Costera y el resto de los equipos, porque Chubut tiene la posibilidad de tener gente capacitada en el trabajo con ballenas”.
“Lo que preocupa es la causa de estos eventos agudos, son animales que aparecen en muy buen estado de conservación y la muerte se produce en el lugar. Hoy se están haciendo las tomas de muestras de los ejemplares y se esta haciendo un relevamiento de toma de muestras de agua”, detalló el funcionario.
Y además manifestó que “la primera hipótesis para descartar es una floración algal con toxinas, pero para eso tiene que haber una correlación entre las concentraciones en el agua y en los tejidos y contenido estomacal gástrico de los ejemplares muertos”.
“La realidad hoy es que hay que esperar el procesamiento de las muestras para poder confirmarlo. Debemos ser respetuosos del tiempo que tienen que tomarse los científicos. Estamos a la espera de los primeros informes preliminares”, señaló Bersano.