La Justicia de Santa Fe realizará el próximo miércoles las audiencias donde acusará al vicepresidente de Colón de Santa Fe, Horacio Darrás, al vocal Lucas Paniagua, al jefe de la barrabrava Orlando «Nano» Leiva y a otros cinco integrantes de la facción «Los de siempre» por las amenazas que sufrió el plantel durante el entrenamiento del martes pasado, informaron voceros judiciales.
Los dirigentes y los barras fueron detenidos el martes por orden de los fiscales María Laura Urquiza y Federico Grimberg y serán llevados a Tribunales en la jornada del miércoles para la realización de las audiencias imputativas, que en principio están previstas a partir de las 15.
Acerca de las figuras delictivas que les endilgarán y el grado de participación de cada uno, voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron a Télam que «el criterio de los fiscales es que primero se les comunicará a los imputados», antes de que tomen estado público.
Las audiencias imputativas serán encabezadas por el juez de la Instrucción Penal Preparatoria (IPP), Pablo Busaniche, quien firmó las órdenes de allanamiento y detención, y serán el paso previo a las de medidas cautelares, en las que se definirá si se dicta la prisión preventiva de los acusados o si se los libera.
Darrás, vicepresidente tercero y representante del club en AFA y Conmebol, es investigado junto al resto de los imputados por las amenazas que un grupo de entre veinte y treinta integrantes de la barra dirigió al plantel el martes 20 de septiembre, tras irrumpir en el predio 4 de Junio, situado a la vera de la autopista Santa Fe-Rosario.
El club que conduce José Vignatti no se ha manifestado públicamente respecto a los sucesos que vienen ocurriendo, a menos de 16 meses de su momento de mayor gloria, cuando ganó su primer título de campeón al obtener la Copa de la Liga Profesional.
Los barras se entrevistaron con referentes del plantel como Paolo Goltz, Luis «Pulga» Rodríguez, Rafael Delgado y Ramón «Wanchope» Ábila, en una conversación que alcanzó puntos de tensión y que los hinchas violentos utilizaron para pedir mayor compromiso, además de «colaboración» en dinero e indumentaria.
El vicepresidente Darrás estuvo en el predio y habló con los barrabravas, aunque al presentarse el viernes en forma espontánea en Fiscalía dijo que su presencia había tenido por objeto hacer deponer la actitud de los violentos.
«¿Qué pretendían que hiciera?, ¿que me fuera?, ¿que agarrara algún caminito por el costado y desapareciera?, ¿qué estarían diciendo en ese caso?», se preguntó el dirigente ahora detenido.
La fiscal Urquiza, de la Unidad Fiscal Especial de Delitos Complejos del MPA, no quedó conforme con esa versión y tras tomar declaración testimonial al director técnico Adrián Marini y a jugadores como Rodríguez dispuso las detenciones en la mañana del martes.
También se analiza en la pesquisa lo registrado por cámaras de seguridad y de un drone de un particular, que captó el momento en que los barras se reunieron con los jugadores.
En total hubo 14 allanamientos, 11 de los cuales fueron en domicilios de Santa Fe, uno en una casa de Santo Tomé, uno en la sede social de Colón en Juan José Paso al 3.500 y otro en la cárcel de Coronda, donde el barrabrava Abel Leiva, alias Quique, cumple una pena de prisión perpetua por un homicidio.
Quique Leiva es hermano de Orlando «Nano» Leiva, líder de «Los de siempre», la principal facción de la hinchada «sabalera», y la Justicia sospecha que tuvo algún tipo de participación, por lo que su celda fue requisada y se le secuestró un teléfono celular.
En los allanamientos la Policía santafesina secuestró gran cantidad de indumentaria oficial del club, sin uso y en las bolsas de fábrica, además de numerosos carnets de socio que no eran de quienes los tenían en su poder, además de un arma de fuego y teléfonos celulares.
Además, en una de las viviendas allanadas se secuestró marihuana, en otra cocaína, y en ambas dinero en efectivo, por lo que se dio intervención a la Justicia Federal.
También se secuestró una campera y un automóvil Renault Kwid que serían de uno de los detenidos y que son de interés para la investigación.
A raíz de las amenazas del martes el plantel suspendió la práctica que tenía prevista el día posterior, en tanto el jueves y viernes trabajó con una nutrida custodia policial.
Por decisión del Ministerio de Seguridad provincial, el partido del martesr ante Argentinos Juniors (0-4) se jugó a puertas cerradas y lo mismo sucederá este miércoles a la noche, cuando Colón visitará a Atlético de Rafaela por la Copa Santa Fe, un torneo organizado por el Gobierno de la provincia.