Todo comenzó cuando personal de las comisarías 2da. y 4ta. fueron alertados a través del 911 tras una denuncia por un conflicto familiar. Al llegar al lugar, los efectivos vieron a un joven, identificado como Uriel Tapia Saín (18), que estaba exaltado, cubierto de sangre y con cortes en sus manos.
Según las fuentes, el sospechoso mantuvo una pelea con los policías e intentó escapar por los techos de la vivienda, pero fue finalmente detenido.
El joven fue trasladado a la Unidad Penal 44 de Batán, y hoy será indagado en los tribunales. La fiscal judicial dispuso una serie de medidas tendientes a dilucidar el motivo y la mecánica del ataque, y el acusado será sometido a pericias psicológicas y psiquiátricas.