Boca jugó como siempre, y sin sobrarle nada, le ganó esta noche de domingo a un irregular Colón, que por momentos manejó el partido jugado en Santa Fe por la 17ma. fecha de la Liga Profesional, por 2 a 1. Así, Boca se subió al cuarto peldaño de las posiciones en la previa del superclásico del próximo domingo ante River, precisamente junto a su próximo rival, que le ganó a Barracas Central.
La noche se perfiló afortunada para Boca desde el arranque del partido, ya que a los 11 minutos apareció el retornado Norberto Briasco, reemplazante del operado Sebastián Villa, que volvió a jugar después de diez meses y se anotó en el marcador con un derechazo cruzado.
Este fue apenas el segundo gol del ex Huracán en 21 partidos con la camiseta de Boca, pero lo notable es que el primero lo hizo hace más de un año, el 25 de agosto de 2021 ante Platense.
Que a Boca no le haya sobrado nada no es un dato extraño, ya que su juego sigue siendo tan híbrido como siempre, y de hecho quedó más expuesto en el primer tiempo cuando Colón fue superior con la eficiencia de potrero del «Pulga» Luis Rodríguez.
Pero también el novel técnico Hugo Ibarra podría retrucar que con el de esta noche sumó su tercer triunfo consecutivo y en definitiva eso lo hace mantenerse a tiro de lazo de la punta del campeonato.
Por su parte Colón, muy lejos de todo y de todos en la pelea no solo por este campeonato sino por la posibilidad de ingreso a las copas, sigue perdido y sin encontrar el rumbo desde que lo dirigiera Julio Falcioni. Después vino Sergio Rondina y se fue enseguida. Y ahora está un hombre de la casa como Adrián Marini y tampoco pasa nada.
En cambio con Ibarra, un hijo de la casa en Colón, intenta, bien que todavía estando lejos de lograrlo, que el equipo pueda jugar a algo parecido a lo que representa su camiseta, con un 4-3-3 bien marcado que esta vez cambió de intérpretes justamente por algunas bajas por tarjetas amarillas «autoprovocadas» pensando en el superclásico.
Y el hecho de jugar con dos «wines» este domingo le dio resultados positivos, porque después del gol de Briasco y el empate de tiro penal de Luis Rodríguez pegándole al medio, sin sus tradicionales saltitos, conocedor de la condición de atajador de disparos desde los 12 pasos que tiene Agustín Rossi, en el segundo tiempo llegó al triunfo con otra conquista de Luca Langoni en el instante previo a su salida de la cancha tras pedir el cambio.
El pibe Langoni, héroe de la victoria anterior sobre Atlético Tucumán con sus dos anotaciones para la victoria que dio vuelta el resultado para que Boca se impusiera por 2 a 1, aprovechó un rebote para decidir el resultado del encuentro.
Después Ramón Ábila, al que Rossi le cometió el penal, tuvo alguna oportunidad como para igualar y lo mismo Facundo Farías, pero como quedó dicho, la noche estaba para Boca desde el arranque y así terminó.
Ahora se viene el superclásico y será otra historia, como siempre, dentro de la historia propia de este campeonato.