El delantero Pedro, en tres ocasiones, y el volante Éverton Ribeiro fueron los goleadores en la noche casi primaveral del José Amalfitani, que contó con un buen marco de los hinchas de Vélez y un puñado de los simpatizantes del Flamengo que se hicieron escuchar.
La revancha será el 7 de septiembre en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, en Brasil.
Flamengo hizo gala de la riqueza técnica de su plantel para llevarse por delante a un Vélez acorralado, que por momentos lució nervioso y no pudo equilibrar fuerzas.
El equipo brasileño ejerció dominio de la pelota desde el arranque y con mucha técnica, a través de Ribeiro, De Arrascaeta y Thiago Maia, buscó el arco defendido por Hoyos.
Vélez, dirigido por Fernando Machado por el suspendido Alexander Medina, se vio desbordado ante el despliegue visitante y a eso le sumó errores. De Los Santos intentó salir con pelota desde el fondo, la perdió y De Arrascaeta estuvo cerca del primero con un remate cruzado, a los 8 minutos de juego. Poco después, el uruguayo lo tuvo otra vez con un nuevo yerro de De Los Santos y Hoyos salvó el arco velezano.
La resistencia de Vélez se terminó con el primer gol de Pedro. Rodinei envió el centro al área, Ortega y Hoyos dudaron para darle el tiempo oportuno al goleador carioca en el 1-0.
De ahí en más, Vélez perdió todo tipo de compostura. Orellano, con su velocidad y gambeta, intentó desnivelar las pocas veces que tuvo el balón, pero sufrió la superioridad numérica en la marca de Flamengo.
Orellano generó la situación más clara de Vélez con la ejecución de un tiro libre que dio en el palo y no fue capitalizado en el rebote.
Flamengo fue por más y lo hizo con clase. Con pases sucesivos, de punta a punta, «Gabigol» Barbosa cedió de primera para Ribeiro, quien la cruzó para el 2-0.
En la segunda parte, Vélez fue con más vergüenza que fútbol por el descuento. Un puñado de minutos mostraron un equipo más parecido al de la serie de octavos ante River, pero Flamengo se encargó de aplacar esa pequeña ilusión.
A puro toque logró dos goles más bajo el mismo nombre: Pedro. Ambas fueron jugadas colectivas, y el delantero definió con exquisitez en las dos.
El 4-0 para Flamengo, con un festival de fútbol, se quedó cortó porque Hoyos logró tapar ante «Gabigol» en dos ocasiones.
En la cancha no hubo equivalencias. Y a todo esto, el chileno Arturo Vidal, uno de los mejores futbolistas sudamericanos, hizo su ingreso poco antes del cuarto gol.
Flamengo, con una enorme diferencia y aún sin otros grandes valores como Bruno Henrique por lesión, hizo lo que quiso en el Amalfitani.
El público de Vélez sufrió la goleada y se enojó cuando los jugadores de Flamengo sobraron la situación en algunas jugadas o en un festejo.
Vélez padeció el partido en todo sentido y la serie ya parece sentenciada. Revertirla sería un auténtico milagro futbolístico ante, tal vez, el mejor equipo de Sudamérica.