«Esta misión lleva consigo los sueños y esperanzas de muchas personas», expresó el jefe de la NASA, Bill Nelson. «Ahora somos la generación Artemis», añadió.
El despegue está programado para las 8:33 hora local (9.33 de Argentina) desde la plataforma de lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy. El pronóstico del clima es 80% favorable para cumplir a tiempo con el lanzamiento, cuya ventana de despegue es de dos horas.
Con 98 metros de altura, el cohete SLS de color naranja y blanco no podrá despegar si hay lluvia o tormentas eléctricas. Desde la noche del domingo y hasta la madrugada de hoy, más de tres millones de litros de hidrógeno líquido y oxígeno abastecieron los tanques de combustible.
Quien dará la luz verde definitiva será Charlie Blackwell-Thompson, la primera mujer en dirigir un lanzamiento en la NASA. Las mujeres representan el 30% de la fuerza laboral dentro de la sala de despegue, en contraste con el Apollo 11, donde participó solo una mujer.
Dos minutos después del lanzamiento, los propulsores regresarán a la Tierra para caer en el Atlántico. Ocho minutos después, el segmento principal se separará y aproximadamente una hora y media después, un último impulso enviará la cápsula rumbo a la Luna, adonde tardará varios días en arribar.
Se estima que asistirán al lanzamiento entre 100.000 y 200.000 personas, entre las que figura la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris.