El hecho que conmociona a la sociedad colonense ocurrió en el interior de la casa ubicada en el cruce de las calles 7 y 62 del barrio 150 Viviendas. Si bien las circunstancias del accidente variaron debido a que, por temor, la mujer cambio su versión, pero finalmente y luego de algunas pruebas realizadas por la policía científica terminó relatando la verdad.
En su primera declaración los padres relataron que la nena se había disparado ella misma al manipular por accidente un revólver que habían comprado recientemente. Sin embargo las pruebas realizadas sobre la pequeña no informaban sobre presencia de pólvora en su cuerpo. La versión no convenció a las autoridades y les ordenaron a ambos que se hicieran un dermotest. Efectivamente la madre resultó ser en realidad quien accionó el arma.
La mujer quedó detenida y horas más tarde declaró ante el fiscal del caso, Ignacio Uthurry, a quien le contó la verdad. En su relato aseguró: “Nunca agarre un arma en mi vida, la tomé por curiosidad e imprudencia, salió el disparo y le di a la nena que estaba a mi lado”. Unas horas después la Justicia la dejó en libertad.