Cada primavera, miles de personas llegan a Chubut para observar a las ballenas, una actividad turística en plena expansión.
Cientos de ballenas francas australes, mamífero que puede alcanzar los 18 metros de largo y más de 50 toneladas, vienen cada año, de junio a diciembre, a dar a luz a sus ballenatos en las costas de Península Valdés tras haber permanecido durante meses aguas adentro, a la altura de Brasil, alimentándose de krill.
En la Península es una actividad común avistarlas, incluso desde la playa.
Puerto Pirámides, El Doradillo y Puerto Madryn arrancaron la temporada de ballenas, con una marcada expectativa: las autoridades turísticas estiman una presencia de visitantes superior a la de la última temporada de verano, que esperan se proyecte a las futuras vacaciones estivales.
Son varias las empresas que organizan salidas por mar desde Puerto Pirámides. La ley argentina protege a las ballenas autorizando que sólo una embarcación por empresa salga en excursión a la vez, y por no más de una hora y media.
«Avistajes Peke Sosa», una empresa familiar con más de 50 años en la actividad, es una de ellas. Su local está ubicado en la segunda bajada al mar, junto al destacamento de Prefectura; allí tanto los turistas como los residentes se pueden acercar para sacar sus tickets u obtener información acerca de este atractivo que nos brinda la naturaleza.
Su principal objetivo es desarrollar una actividad sustentable priorizando el respeto y el cuidado del medio ambiente. La empresa cuenta con todas las certificaciones nacionales e internacionales como normas ISO, directrices e IRAM Sectur.
La empresa realiza tres salidas diarias: A las 11:30, 13:30 y 15:30 horas. Desde septiembre se habilita una salida mas desde las 17:30 para, además del avistaje de ballenas, disfrutar el atardecer desde el mar. Los precios rondan los $9 mil en temporada baja y los $15 mil en temporada alta, y hay promociones para los más chicos. Las reservas se pueden hacer vía online ingresando a www.pekesosa.com.ar o en el local.