El declaraciones formuladas a LU20 Radio Chubut, el profesional aseguró que «en estos momentos estamos bastante tranquilos con el tema de la turbidez, porque la lluvia anterior, si bien nos ocasionó pequeños inconvenientes, en realidad nos dio una mano, porque produjo una especie de lavado de los cañadones, lo que hizo que este nuevo evento de lluvia no nos haya generado problemas».
Explicó el trabajo de seguimiento del estado del río que se viene realizando aguas abajo del Dique Florentino Ameghino, señalando que «cada vez que hay un evento meteorológico, nosotros lo vamos lo vamos siguiendo con anticipación ya que hay unos dispositivos que se llaman turbidímetros y están instalados aguas arriba de Trelew, en Boca Toma, Dolavon, Gaiman y Trelew, que nos permiten ir midiendo como viene el fenómeno para ir tomando las previsiones necesarias y estar preparados en caso de que venga un alto grado de turbidez».
«Ese control que se viene realizando a lo largo del río, nos ha ido dando la pauta de que podemos estar tranquilos», aseveró.
Más adelante puntualizó que «desde la Cooperativa hemos hecho una obra, un presedimentador propio, que nos ha dado muy buenos resultados. Hemos hecho una prueba la semana pasada para medir determinados parámetros, dado que por tratarse de una obra nueva es necesario saber cómo responde».
En ese sentido, detalló que «para hacer esa prueba llenamos el cuenco del presedimentador, que tiene una capacidad de producción libre de unos 10 mil metros cúbicos, que equivalen a la reserva de dos cisternas como las que tenemos en el centro de distribución Colombia».
«El llenado demandó entre 7 y 8 horas, un tiempo muy importante para nosotros, porque generalmente y dependiendo de la velocidad del río, desde Gaiman a Trelew, que son unos 27 kilómetros, el pico de turbidez tarda en llegar entre 13 y 15 horas, lo que nos permite tomar una determinación respecto del llenado del presedimentador sabiendo que lo podemos llenar antes de que llegue el pico de turbidez», destacó, añadiendo que «funciona como un gran cuenco de reserva que nos permite, cuando llega el pico de turbiedad, tener una autonomía de 8/9 horas de agua limpia para potabilizar».
Spagnuolo anticipó que «está previsto incorporar mejoras, como revestirlo, lo que va a permitir tener el volumen de agua sin pérdidas por filtración, hacer extracciones de barro cuando tengamos que cargar el presedimentador con agua con turbidez y esa turbidez decante. Es para nosotros como un primer escalón porque se le van a incorporar mejoras, pero como está ya cumple la función esperada».
Resaltó que esta obra fue un esfuerzo que se hizo en su momento de zozobra «porque no se sabía cómo iba a ser el comportamiento de la turbidez del río y gracias a todo el personal operativo, técnico y administrativo de los distintos sectores de la Cooperativa se pudieron ir haciendo un montón de cosas».
A modo de ejemplo, indicó que «la gente del área de Energía trabajó en el tendido del nexo eléctrico y en la colocación del transformador necesario para alimentar las bombas. La gente del sector de Cloacas, hizo las cañerías de vinculación del río al presedimentador y del presedimentador a la planta, colocando las bombas y armando los tableros. La gente de Administración trabajó intensamente con el pedido de precios, generando las órdenes de compra y siguiendo todo el recorrido hasta que los materiales llegaron a la zona. Fue toda una carrera contra el tiempo».
«Y lo que quiero resaltar es que cuando uno analiza la relación costo beneficio, vemos que es una obra que demandó una inversión de unos 40 millones de pesos, y que su ejecución tuvo un resultado realmente óptimo», dijo con satisfacción, acotando que en el marco de las adecuaciones que se están haciendo «se compraron las luminarias para iluminar todo el predio, los elementos para construir el cerco perimetral, y ya tenemos los presupuestos y se compraron los elementos para la instalación de alarmas y monitoreo para reforzar el tema de seguridad».
Finalmente afirmó que del ensayo realizado días atrás surgieron dos datos importantes. Sobre el particular dijo que «en el momento en que el río tenía 200 unidades de turbiedad, cuando se dejamos de tomar agua del río y mandamos agua del presedimentador a la planta, se midieron 20 unidades, lo que significa el agua que estaba en el presedimentador, que tenía caolín que es muy difícil de decantar, se logró con la quietud del agua reducir el valor de la sedimentación que traía el río».
«El otro dato importante es que en este momento cuando tomamos agua del río con las bombas de la planta, se procesan aproximadamente 1.500 metros cúbicos por hora. Cuando se corta el bombeo del río y pasamos a bombear desde el presedimentador, primero se llegó a un caudal de 1.200 metros cúbicos por hora, después se subió a 1.400 y se terminó estabilizando en 1.300 metros cúbicos», precisó. «La conclusión es que cuando dejamos de bombear desde el río y lo hacemos desde el presedimentador, es muy poco el caudal que se pierde», concluyó.