Los manifestantes, que eran activistas por los derechos de los animales de Benito Juárez y otras localidades de la provincia de Buenos Aires, denunciaron que las autoridades los «cercaron».
Además afirmaron que durante la marcha se presentó el intendente, Julio César Marini, quien amenazó a alguien que intentó registrar el momento diciendo: «No se te vaya a ocurrir sacar una foto porque perdés la máquina».
El reclamo principal de los proteccionistas es el cumplimiento de la Ley 14.346, sobre maltrato animal, y la ley provincial 13.879, «Maruco», en la que se prohíbe «en las dependencias oficiales de todo el ámbito de la Provincia de Buenos Aires, la práctica del sacrificio de perros y gatos».