Matías Chirino, un joven cordobés de de 22 años, fue obligado a ingerir alcohol en exceso y a tirarse a una pileta con bajas temperaturas durante su “fiesta de iniciación” el Ejército Argentino en Paso de los Libres, provincia de Corrientes el pasado mes de junio. Fue hallado inconsciente y murió horas después por broncoaspiración.
Tras lo sucedido, sumado a otras situaciones en este tipo de fiestas de bautismo, el Ejército argentino comunicó en las últimas horas la decisión de prohibir el consumo de alcohol dentro de los cuarteles de la fuerza, incluidos los casinos de oficiales o suboficiales y los quinchos o cantinas.
El jefe de Estado Mayor del Ejército, general de División Guillermo Pereda, ordenó “la prohibición de ingesta de bebidas alcohólicas por parte de los integrantes de la fuerza en actividades del servicio o fuera del servicio, en el ámbito de las jurisdicciones militares (incluye casinos, clubes, quinchos, etcétera)”.
«BIENVENIDAS» CON SUPERVISIÓN
Para evitar los hechos que terminaron con la vida de Matías Chirino, en el comunicado también se informó que elaborará “una norma particular» que regule y supervise «la organización y desarrollo de actividades sociales en el ámbito de la fuerza”.
Esta norma deberá incluir expresamente “las instrucciones en relación con bienvenidas o despedidas de socios, como así también la finalización de cursos, las cuales deberán contar con la expresa autorización del titular del organismo que se trate y, además, ser presididas por el titular del mismo”, comunicaron tras la trágica muerte del joven.