El objetivo es evaluar si el actual brote constituye una emergencia de salud pública de interés internacional y, de ser así, proponer recomendaciones temporales sobre cómo prevenir y reducir mejor la propagación de la enfermedad y manejarla.
Se trata del segundo encuentro realizado por esta enfermedad; durante el primero que fue el 23 de junio el CE recomendó no emitir un alerta.
Según el último reporte de la OMS (del 6 de julio) del 1° de enero al 4 de julio de este año, fueron reportados más de 6.000 casos y tres fallecimientos por esta enfermedad en 59 países del mundo, el 15% de ellos en once países de las Américas.
Desde el reporte previo a ese, que se había publicado el 27 de junio, hubo 2.614 casos nuevos, lo que representa un aumento del 77 por ciento.
De acuerdo a los datos disponibles, la OMS informó que el 99,5 por ciento de los casos son hombres, y la mediana la edad es de 37 años.
La viruela del simio es una enfermedad causada por el virus Orthopoxvirus de la familia Poxviridae; el género Orthopoxvirus también incluye el virus variola (que causa la viruela), el virus vaccinia (utilizado en la vacuna contra la viruela) y el virus de la viruela bovina.
Se descubrió por primera vez en 1958 cuando ocurrieron dos brotes de una enfermedad similar a la viruela en colonias de monos mantenidos para investigación; a pesar de recibir el nombre de “viruela del mono”, se desconoce el origen de la enfermedad.
Sin embargo, los roedores africanos y los primates no humanos (como los monos) pueden albergar el virus e infectar a las personas.
El primer caso humano de viruela del mono se registró en 1970; desde entonces, la viruela del simio se informó en personas de varios países de África central y occidental.
Antes del brote actual, casi todos los casos de viruela del simio en personas fuera de África estaban relacionados con viajes internacionales a países donde la enfermedad ocurre comúnmente, o a través de animales importados.