Durante el juicio, los fiscales señalaron que la imputada había recibido en el pasado asesoramiento y tomado una serie de clases de paternidad junto con su ex pareja, Khang Chen, luego de que la hija del matrimonio fuera diagnosticada con retraso en el desarrollo por ser alimentada de manera similar.
Tras deliberar por cerca de un día, el jurado encontró culpable a la acusada por seis cargos: asesinato en primer grado, abuso infantil agravado, homicidio agravado, abuso infantil y dos cargos de negligencia infantil.
De acuerdo con la Policía de Cape Coral, desde el principio de la investigación era evidente que el bebé fue víctima de la negligencia de sus padres, ya que con un año y medio pesaba poco más de 7 kilogramos, el peso aproximado de un niño de siete meses.
«Ese niño no comía. Lo mataron de hambre durante 18 meses», dijo Francine Donnorummo, jefa de la Unidad de Víctimas Especiales de la Oficina del Fiscal durante los alegatos. «Fue una acción pensada y planificada, ella sabía lo que tenía que hacer», agregó.
Después de ser hallada culpable, la mujer fue trasladada de vuelta a la cárcel del condado de Lee, en donde permanecerá hasta que le sea dictada sentencia el próximo 25 de julio.