Orlando Orquera es un salteño que, en el año 2010, decidió viajar a la ciudad de Río Gallegos, Santa Cruz en busca de nuevas oportunidades. Sin embargo, decidió volverse a sus pagos y en el medio, hubo un problema: las aerolíneas no quisieron llevar a sus mascotas, los perros Bruno Orlando y Frida Elena y la gata Eva Alejandra.
“No podía abandonarlos, los crié de bebés y los hemos cuidado enfermos y todo. Es nuestra familia”, señaló Orlando en diálogo con TiempoSur, donde contó acerca de su hazaña y las dificultades que se presentaron durante el largo viaje.
“El viaje surge porque quería traer a mis mascotas y la aerolínea no los quería traer por la raza, porque mi perro es pitbull, así que hablamos con mi esposa y con unos amigos y armamos un carro para que pueda traer a nuestros perros y a nuestra gatita”, idicó.
“El primer día que salimos llegamos hasta Piedra Buena, con mucho frío, y dormimos en carpa, lo mismo pasó cuando fuimos a Fitz Roy. Llegando a Caleta Olivia se sintió un ruido y era el enganche del carro, así que paré y un señor me llevó hasta su casa; nos dio un cafecito y me llevó a un taller donde le hicieron un enganche nuevo al carro, porque el que tenía estaba mal hecho. No me cobraron nada, me dieron una mano e inclusive el almuerzo», relató.
Asimismo, recordó que ese mismo salió ala noche a Comodoro Rivadavia y de ahí llegó a la casa de una chica salteña » luego me contactó otra familia y ahí estuve dos días porque se me rompió la moto. Hice una entrevista para un diario y ahí me llamó un taller grande y me dieron una mano con la moto y pude salir al otro día temprano a la mañana. Camino a Trelew me agarró nieve e inclusive nos caímos con la moto como tres veces por la escarcha. Estaba feo el camino. Llegamos a Trelew y ahí pasamos la noche con una familia y yo dormí adentro y los perros afuera en la carpa, con un caloventor eléctrico. De Trelew nos fuimos a Río Colorado”, contó.
Orlando relató que durante una mañana, cuando se encontraban en Río Colorado, su gata se perdió: “Ella siempre iba y volvía, yo la llamaba por el nombre y volvía. Pero esta vez no apareció y llamé a mi esposa, ella llamó a los Bomberos y vinieron y tuvieron la solidaridad de buscarla. Al parecer los perros la habían corrido. Estuvo como 5 horas perdida, pero nunca pensé en dejarla, me iba a quedar ahí hasta encontrarla”, contó Orlando.
Para finalizar, Orlando explicó que cuando llegó a Salta la gente lo recibió con pancartas y carteles: “Hay como un paraje en la entrada de Salta y me fueron a esperar ahí y había mucha gente que no conocía con pancartas ¡Fue bonito!”, concluyó el viajero.