Por su parte Vieira manifestó que a partir de estos episodios no tenía «ganas de hablar con la prensa argentina ni con ningún argentino».
Este hecho, caratulado como «injuria racial», se produce apenas tres días después de que Boca fuera multado por Conmebol con el pago de 100.000 dólares justamente por agravios racistas realizados por hinchas «xeneizes» a parciales de Corinthians acontecidos durante el encuentro de mayo pasado en la Bombonera, en el encuentro que ambos protagonizaron por la Zona E de la fase de grupos de esta Copa Libertadores.
Tras la aprehensión del hincha de Boca, el consulado argentino en San Pablo tomó cartas en el asunto. Los hinchas argentinos, según le indicaron fuentes policiales a Télam en la comisaría situada en el subsuelo del estadio Neo Química Arena, podrían ser trasladados ya en la próxima madrugada del miércoles a otro lugar de detención fuera de este escenario deportivo, tal como aconteciera con un aficionado mendocino en abril pasado, cuando aquí jugaron el partido de ida de la fase de grupos. Este pagó una fianza y fue liberado.