El 23 de octubre de 2002, Julio César Grassi, un sacerdote que estaba al frente de la Fundación Felices los Niños, fue acusado por abuso sexual y corrupción de menores. En 2017 la Corte Suprema confirmó su condena a 15 años de prisión por dos hechos.
La orden de captura había sido dictada por el juez de Morón Humberto Meade. Grassi había ido a un programa a ver el informe de Telenoche Investiga, que reveló la causa en su contra y lo denunció por abusar sexualmente de cinco niños de entre 11 y 17 años de edad que vivían en la Fundación Felices los Niños, que él dirigía. Allí le mostrarían, además, el testimonio de una de sus víctimas, un joven al que llamaron “Gabriel”, que en el momento de los abuso tenía 15 años y aseguró, sin mostrar la cara, que el cura Grassi lo había obligado a que se dejara practicar sexo oral en 1998.
Según informó Télam, la justicia dictaminó una extensión de su condena hasta el año 2028.