En la madrugada del lunes fue incendiado el local donde funcionaba la oficina de Bosques de la provincia de Chubut, y en el lugar aparecieron panfletos del grupo radicalizado Resistencia Ancestral Mapuche (RAM).
Según informaron, peritos de Criminalistica e Investigaciones de la Comarca Andina se focalizan en obtener pruebas entre los vecinos del barrio, indagando también en algunas cámaras de vigilancia.
El fuego tomó por completo la estructura de madera antes de que lleguen las primeras dotaciones de bomberos. Fue por ello que no pudieron salvar la vivienda, sino que se concentraron en evitar que las llamas se extiendan hacia otras fincas o los envases de gas que estaban a unos pocos metros del incendio.
Pedido por «una respuesta urgente y eficaz»
Dirigentes de la oposición e intelectuales le pidieron al Gobierno nacional la semana pasada «una respuesta institucional urgente, proporcional y eficaz» para poner fin a la violencia que desde hace varios años viene desplegando la agrupación RAM en la Patagonia.
En una solicitada pública, advirtieron que las acciones de la RAM tienen «el objetivo de contradecir la soberanía nacional y menoscabar la paz y seguridad de los ciudadanos que habitan en la mencionada región argentina».
En ese marco, afirmaron que la agrupación que lidera Facundo Jones Huala cometió «una multiplicidad de delitos graves, que no solo han vulnerado los derechos de muchos ciudadanos de la Patagonia, creando una situación de zozobra inusitada, sino también han puesto en entredicho a la Nación Argentina y a su integridad territorial».
«Habiendo analizado particularmente la serie de acciones indudablemente ilícitas que hoy son motivo de persecución penal en las provincias de Río Negro y Neuquén, y que tienen a los miembros de la RAM como los principales imputados, en primer lugar, debe sostenerse que dichas conductas criminales están contenidas en las prescripciones de la Convención Internacional contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Palermo: 2000)», puntualizaron.
Además, analizaron «las circunstancias de la comisión de aquellas acciones delictivas», las cuales tienen como modalidad el funcionamiento grupal, «con evidente poder ofensivo, con despliegue de armas y substancias inflamables y con total desprecio por la vida humana, la integridad física de las personas y los bienes materiales».
«En efecto, como se viene difundiendo por distintos medios de comunicación y corroborado por las declaraciones de distintos funcionarios públicos, el objetivo que persigue la organización RAM estaría conformado por una serie de ‘reivindicaciones ancestrales’, entre las cuales estaría la ‘recuperación de tierras’ que, según el unilateral criterio de la mencionada organización, ‘pertenecerían a la etnia mapuche», precisaron.
Las acciones criminales perfeccionadas por los miembros de la RAM «conducen sin esfuerzo a concluir que la mencionada asociación ilegal estaría intentando imponer estas ideas y objetivos propios por la fuerza, con inocultable utilización de la violencia, a los efectos de generar en las distintas comunidades patagónicas, víctimas primarias de estas acciones, una situación de temor o terror generalizado».