La jueza de Trelew, María Tolomei, dispuso que un detenido acusado de robo, con antecedentes penales, sea trasladado a una cárcel de Trelew, donde ahora lo podrán visitar sus familiares, y no compartirá más la celda con otros presos condenados.
Lo curioso del caso es que este hombre, no conforme con la decisión de la jueza, se declaró en huelga de hambre, pero al rato cayó en la cuenta de que la medida lo beneficiaba y pidió disculpas.
Concluída la audiencia, la abogada le hizo ver a su defendido, que se encontraba detenido en el Instituto Penitenciario Provincial, que si iniciaba la huelga de hambre no iban a poder trasladarlo a una cárcel de Trelew, como él había pedido.
El hombre dijo que había «entendido mal» la decisión de la jueza a quien le pidió las disculpas del caso por el escándalo provocado. «Perdón, entendí mal», sostuvo el acusado que permanecerá detenido en un centro cercano a la vivienda de sus familiares, quienes ahora podrán visitarlo.
El detenido está acusado de haberle robado la billetera a una persona en Trelew, a quien supuestamente amenazó con un cuchillo en la vía pública. Según el relato del fiscal, fue interceptado por la policía cuando intentaba huir de la escena.
El imputado, expuso la Fisacalía, tiene un frondoso prontuario de ocho condenas, varias rebeldías procesales y pedidos de captura.
LA VERSIÓN DE LA DEFENSA
Por su parte, la defensa negó que el imputado haya participado en el robo, y presentó como coartada que esta persona no se encontraba en el lugar de los hechos. También añadió que nunca estuvo involucrado en un robo de esas características con un arma blanca.
La defensora pidió que el acusado permanezca en prisión domiciliaria mientras se desarrolla la investigación, o en su defecto, se cumpla la medida de coerción en un centro cercano al núcleo familiar.
La magistrada sostuvo la continuidad de la medida hasta la audiencia preliminar, requiriendo que se realice en un lugar sin condenados, priorizando la proximidad de su grupo familiar en un centro de detención de Trelew.