Con la humildad y la buena onda que lo caracteriza, el capitán de la Selección Argentina frenó su marcha, dialogó con los rosarinos, firmó autógrafos y se sacó fotos.
Con la humildad y la buena onda que lo caracteriza, el capitán de la Selección Argentina frenó su marcha, dialogó con los rosarinos, firmó autógrafos y se sacó fotos.