El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, celebró días atrás la sanción de la ley y destacó que ambas industrias están creciendo exponencialmente y serán una fuente de empleo de calidad y desarrollo económico a nivel global, con un potencial económico que se proyecta en 10 mil nuevos empleos para 2025, 500 millones de dólares en ventas al mercado interno anuales y 50 millones de dólares de exportación al año.
Claves de la Ley 27.669
La Ley 27.699 promueve mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena.
En lo que respecta al cannabis medicinal, el objetivo es brindar un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementar la ley 27.350 que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis.
En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos.
La norma que entró en vigencia hoy contempla además la creación de una agencia reguladora, que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas. La Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), el nuevo organismo a crear, tendrá autarquía técnica, funcional y financiera y orbitará en el ámbito Ministerio de Desarrollo Productivo.