La joven de 20 años que fue víctima de una violación grupal en Palermo advirtió que la protección de su identidad como víctima «es un derecho», cuestionó el tratamiento del caso en los medios de comunicación y reclamó que no la revictimicen con la difusión de su identidad e imágenes en lo que denominó «un espectáculo pochoclero que sólo alimenta el morbo».
A través de un texto, la joven puntualizó que «casi desde el momento inicial de lo ocurrido» se sintió «totalmente hostigada por parte de los medios», y juzgó que «con la sed de justicia social que hay (y bastante morbo en cierta otra parte), se deshumaniza a la víctima». «La protección de la identidad de la víctima no es un favor, es un derecho», insistió.