En la sala de la cámara penal, ubicada en sexto piso de los tribunales en Trelew se llevó adelante desde las 18 la audiencia de control de detención para A.N.L., la mujer que dio muerte a su pareja Alejandro Ponce, tras haber recibido diversas agresiones, de acuerdo a lo que hizo trascender el Ministerio Público Fiscal representado en la oportunidad por el fiscal general Fabián Moyano. Participaba por video conferencia la Jueza Mirta Moreno y ejerciendo la defensa de la imputada Romina Rowlands.
Señaló el fiscal que se le imputa a A.N.L. que el 7 de noviembre cerca de las 0,30 horas, en el comedor de la vivienda que ocupaba junto a su pareja Alejandro Ponce, en el barrio Constitución de Trelew, luego de mantener una acalorada discusión con éste y de recibir agresiones físicas con golpes que le provocaron una contusión en el labio superior y lesiones en ambas rodillas, además de un corte en el dedo del pie, excediendo los límites de la legítima defensa ya que pudo haber adoptado otra acción menos gravosa o peligrosa, superando la necesidad para aventar mayores agresiones, tomó un cuchillo de grandes dimensiones y le asestó una puñalada en sentido ascendente de adelante hacia atrás impactando en la zona toráxica lado izquierdo y en el ventrículo izquierdo y miocardio provocando lesión cardíaca que le provocó la muerte inmediata.
La calificación jurídica es la de homicidio agravado por el vínculo con exceso en la legítima defensa en carácter de autora, artículos 81 inciso 1, 35 en relación con artículo 84 y 45 del código penal.
TESTIMONIOS
El doctor Moyano resaltó los testimonios que se obtuvieron de vecinas que viven en departamentos aledaños al sitio donde sucedieron los hechos. Así puso de manifiesto los dichos de quienes dieron cuenta que las agresiones que sufría la mujer por parte de Ponce eran frecuentes y no habían sido denunciadas. Remarcó que esa noche las testigos escucharon gritos y roturas de elementos, a la vez que sentían como gritaban los niños, uno de 11 y una de 8 años: “papá no le pegues a mamá”, “a las mujeres no se les pega”, “papá no mates a mamá”, eran los gritos que se oían en aquel momento.
Contaron también que minutos mas tarde, la mujer salió presurosa de su vivienda y comenzó a golpear las puertas de los departamentos contiguos pidiendo entre gritos desesperados que llamen a la ambulancia para que sea atendido el hombre. Consideran las vecinas que siempre habían escuchado discusiones pero nunca con este grado de violencia y una de ellas aseguró que la mujer le había contado que él consumía cocaína y se ponía muy violento pero no lo quería denunciar porque lo amaba.
Mas adelante, el fiscal aseguró que la imputada no tiene antecedentes ni causas en trámite y valoró asimismo el propio pedido de auxilio efectuado, al manifestar que no hay
peligro de fuga ni entorpecimiento, por lo que no solicitó medidas de coerción. Dejó constancia que la calificación es provisoria y de acuerdo a la investigación puede mutar en el futuro.
La defensora Romina Rowlands dijo que había constatado las lesiones en el cuerpo de su defendida y coincidió con la fiscalía en cuanto a los testimonios presentados, valorando la posición asumida por el fiscal en este contexto de violencia de género, para finalizar pidiendo la libertad de la mujer.
PROCESO EN LIBERTAD
La Jueza Mirta Moreno resolvió la apertura de investigación por el término de seis meses de acuerdo a la calificación esgrimida por el Ministerio Público Fiscal y al no existir solicitud de medidas, determinó la inmediata libertad de la imputada, quien deberá fijar domicilio para recibir notificaciones de la marcha del proceso e informar cualquier cambio del mismo o movimiento que pueda generar fuera de la ciudad.