Facundo Molares Schoenfel, hijo de un juez de Paz de Trevelin, fue identificado en noviembre de 2019 por la Policía boliviana en Santa Cruz de la Sierra, en la localidad de Montero, tras ser herido de bala en un confuso hecho. Luego de un arresto, internado en medio de una fuerte crisis de salud y con reclamos realizados desde Argentina para su bienestar y la revisión de su caso, fue repatriado el año pasado y volvió a Trevelin.
Molares Schoenfeld había viajado en 2018 a Santa Cruz de la Sierra, procedente de Colombia, para cubrir las elecciones bolivianas para la revista digital Centenario. Pero las sospechas eran graves. Según las autoridades bolivianas, Molares Schoenfeld había sido un supuesto miembro de la organización armada FARC en Colombia y había llegado a Bolivia para actuar como “instructor”, con el alias de “Camilo El Argentino”.
El pedido emitido el 13 de octubre último por las autoridades colombianas desde la Fiscalía 162 Especializada DECOD Florencia incluye las calificaciones de secuestro extorsivo agravado, fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso restringido, uso privativo de fuerzas armadas y uso ilegal de uniformes e insignias.
Además, está señalado como el supuesto responsable de capturar al concejal colombiano Armando Acuña, secuestrado en plena sesión y capturado durante más de un año. El argentino no fue acreditado en el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la vieja guerrilla. Así, su nombre no fue incluido en negociaciones.
El 11 de febrero de 2011, tras 20 meses en la selva, Acuña fue entregado a una misión humanitaria. Ahora, queda por delante un duro proceso de extradición, en manos del juez federal de Esquel, Guido Otranto, a cargo en la jurisdicción.