La Justicia de Chubut dictó la prisión preventiva para Matías Javier Anaquin, el hombre de 30 años que admitió haber asesinado el pasado lunes en Trelew a su madre porque «no los quería» y los «tenía bajo brujerías hace siete años» a él y a su hermano, informaron hoy fuentes judiciales.
Así lo dispuso el juez de Trelew Fabio Monti en la audiencia de control de detención, en la que el fiscal general Enrique Kaltenmeier acusó a Anaquin del crimen de su madre, Doraliza Nahuelcheo (67). «No nos quería y nos tenía bajo brujería hace siete años», fue lo que, según el hermano del acusado, éste le dijo tras cometer el ataque.
El hermano del detenido aportó esas precisiones en la audiencia llevada a cabo ayer, en la que Anaquin estuvo representado por el defensor Javier Allende. El hecho ocurrió en la noche del lunes último en una vivienda del barrio Tiro Federal, de Trelew, donde residía la víctima.
De acuerdo a la pesquisa, luego de atacar de más de 20 puñaladas a su madre, el acusado fue a la casa de su hermano y le dijo: «La puse a mamá». Para el fiscal del caso, «con el inequívoco designio de acabar con la vida de su madre (Anaquin) la atacó mientras ella se encontraba acostada, propinándole múltiples estocadas».
Con el parte forense en la mano, el fiscal detalló que el acusado le provocó a su madre 20 heridas: dos escoriaciones en cara anterior del cuello, una herida punzo cortante en la base del cuello, dos heridas punzo cortantes en el hemitórax derecho, 12 en el hemitórax izquierdo, una en la zona abdominal izquierda y dos heridas cortantes en brazo derecho».
Según la autopsia, Nahuelcheo murió como consecuencia de un shock hipovolémico derivado de múltiples lesiones en el pulmón izquierdo. La calificación legal es, en principio, «homicidio agravado por el vínculo», por lo que se le impuso al acusado la prisión preventiva por el término de seis meses, mientras aguarda el juicio oral y público.
Para ello, se tuvo en cuenta el peligro de fuga debido a la gravedad del suceso y la expectativa de pena de prisión perpetua. El fiscal Kaltenmeier también dio detalles de los testimonios brindados por el hermano y la hermana del imputado y por el cuñado, quienes acudieron al lugar del hecho al enterarse de lo ocurrido.
De acuerdo al relevamiento que realizaron los peritos policiales en la casa donde se produjo el crimen, se encontraron manchas de sangre en diversos lugares y el cuerpo estaba debajo de una mesa, al tiempo que había dos cuchillos en la escena, uno en el interior de la casa y otro más grande sobre una reposera, en el exterior.
Según el fiscal, «su hermano contó que Anaquin llegó cerca de las 22:15 y le manifestó ‘la puse a mamá’, lo que en primera instancia no creyó. Finalmente, decidió ir hasta la vivienda de su madre, que está a una cuadra de la suya, donde la encontró muerta. En medio del shock, le recriminó al hermano lo que había hecho y éste le contestó: «Qué querés, si no nos quería y nos tenía bajo brujería hace siete años».
Para el fiscal Kaltenmeier está acreditada la materialidad y autoría del hecho, y no se dan atenuantes objetivos que pudieran evitar la prisión preventiva mientras dure la investigación. El defensor Allende manifestó que se evidenciaban algunas circunstancias extraordinarias de atenuación a partir de los primeros testimonios y se refirió a posibles problemas psíquicos de su cliente, para quien solicitó arresto domiciliario con tobillera electrónica.
No obstante, el juez Monti coincidió con el Ministerio Público Fiscal y dejó abierta la investigación de acuerdo a la calificación esgrimida y por el plazo de seis meses, al tiempo que reafirmó la existencia del peligro de fuga a partir de la gravedad del suceso y resolvió la prisión preventiva hasta la audiencia preliminar. Cuando el magistrado se disponía a finalizar la audiencia, el imputado alcanzó a decir: «Yo me hago cargo».