El procedimiento que dio resultado positivo, se basa en una novedosa técnica de reconocimiento molecular a través del olor humano y con la utilización de canes. Se obtiene científicamente la formación de la huella de olor única para cada persona y desde la neurofisiología olfativa del can, lo cuál lo dota de una alta sensibilidad para detectarla.
Para la realización de esta pericia se contó con la colaboración de la sección de odorología de la policía de Río Negro, que se encuentra a cargo del sargento ayudante Gastón Chiappe, quien es el guía y binomio del can “Apolo”. Además participó la sargento primero Claudia Castro, en calidad de asistente del perito oficial comisario, licenciado Cristian Cayún, quien además es jefe de la policía científica de Trelew.
Según manifestó el propio Cayún se trata de un hecho trascendente en el uso de herramientas probatorias en materia de investigación criminal y significa el inicio para la aplicación de una técnica fiable y barata que fue conocida en detalle hace unos meses cuando el doctor Mario Rosillo brindó un curso de odorología forense a la policía provincial.