La causa judicial que investiga el homicidio de Elvio Rubilar fue elevado a juicio oral y público. Hay tres acusados: Orlando “Chaco” Hadzaman y Rocío Oroño, sindicados como coautores del homicidio y Pablo Bell, como encubridor del incendio. La Corte Suprema debe decidir si es competencia de la Justicia Provincial o Nacional.
La jueza Patricia Asaro elevó esta semana a juicio oral y público la causa por el homicidio de Elvio “El Papi” Rubilar, cometido la madrugada del 1 de julio de 2020 en el barrio Covimar I.
Rubilar fue asesinado a las 3 de la madrugada en su casa de calle Formosa al 600. Esa noche se reunió con su pareja, Orlando Hadzaman y Rocío Oroño. En el domicilio estaba su hija, que se retiró junto con la pareja de Rubilar después de comer.
Los vecinos afirman que a las 3 de la mañana escucharon gritos, ruidos y también un disparo. A las 3.18 horas las cámaras de seguridad indican que se retiran Hadzaman y Oroño. Y se llevaban bultos.
A las tres horas regresan dos hombres: se trataba de «El Chaco» y Pablo Bell, según indica la acusación. Entran a la casa y, a los pocos minutos que se van, empieza a salir humo del domicilio. Los vecinos llaman a los bomberos y sacan el cuerpo ya sin vida de Rubilar. La autopsia confirmó que tenía golpes y que el balazo que recibió en el rostro era calibre 32.
“Hadzaman atacó a Rubilar. Lo golpeó con una silla, y ante la resistencia le efectuó un disparo en el rostro. Se llevaron dinero y un reloj de oro”, afirmaron desde la Fiscalía.
En la causa consta la declaración de un testimonio clave: dijo que Bell fue a su casa y le contó que el día del homicidio se presentaron en su casa Hadzaman y Oroño, y que el “Chaco” le dijo que “lo puse al papi Rubilar”. Y reconoció que Bell acompaño a Hadzaman a incendiar la vivienda, aportando incluso el bidón con nafta.
Bell está acusado por “encubrimiento agravado” del incendio de la vivienda de Rubilar, cometido “para borrar evidencia”, según sostuvo en la audiencia. El fiscal reveló que el encubrimiento “es grave no solo por la figura que se intentó encubrir, que es un homicidio, sino que también se realizó a través de otra figura penal, que es la de incendio. Generaron un grave peligro común”.
Hadzaman y Oroño fueron detenidos en un edificio de España 455. En el lugar había cientos de miles de pesos y casi medio kilo de droga. Y armas, una de ellas un revólver calibre 32. También un reloj de oro que era de Rubilar. En la mesa, un plato con cocaína, una tarjeta de crédito y rollos de billetes. “Nos agarraron”, se los escuchó decir cuando entró la Policía.