En Diputados se renuevan 127 bancas (la mitad de ese cuerpo) y en el Senado, 24 (un tercio). Más de la mitad de los cargos para la Cámara baja saldrán de cuatro distritos: Buenos Aires (35 diputados), Ciudad de Buenos Aires (13 diputados), Córdoba (9 diputados) y Santa Fe (9 diputados).
Del total de bancas en juego este año, 60 están en poder de Juntos por el Cambio y 51 ocupadas por representantes del Frente de Todos. De mantenerse en las Generales los resultados de las PASO, el Frente de Todos seguiría siendo la primera minoría en la Cámara Baja pero con tres bancas menos que las que tiene en la actualidad y conformaría un interbloque de 117 Diputados y no tendría quórum propio. Juntos por el Cambio, al segunda minoría reforzaría su posición en Diputados al renovar todas las bancas que ponía en juego y sumar una más. Así el interbloque macrista sumaría 116 legisladores, apenas uno menos que el oficialismo.
Por su parte, el Frente de Izquierda lograría renovar las dos bancas que tiene en la actualidad y sumar dos nuevas para constituir un bloque de cuatro Diputados. La misma cantidad que conseguirían los debutantes ultraliberales José Luis Espert y Javier Milei, de Avanza Libertad, que llegarían por primera vez al Congreso.
La proporción se invierte en el Senado. En esa Cámara el Frente de Todos es la fuerza que más banca pone en juego, tiene que renovar 15 bancas contra 9 que arriesga Juntos por el Cambio.
Con los resultados de las PASO, el Frente de Todos sufriría la pérdida de seis escaños, mientras que Juntos por el Cambio renovaría las 9 bancas en juego, y sumaría 5 nuevos lugares.