El Gobierno Nacional prepara una compleja operación logística que incluirá diez vuelos de Aerolíneas Argentinas hacia China para traer en julio 8 millones de vacunas Sinopharm, informaron fuentes oficiales. El primer vuelo podría salir este viernes alrededor del mediodía y, a partir de mitad de la próxima semana, despegarían otros nueve a razón de uno por día, añadieron las fuentes.
Días atrás, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, había anunciado la firma de un contrato para la adquisición de 24 millones de vacunas Sinopharm, con entrega prevista entre julio y septiembre y a un ritmo de ocho millones de dosis en cada uno de los tres meses.
BÚSQUEDA DE VACUNAS
El primer vuelo estaría despegando desde el aeropuerto Internacional de Ezeiza este viernes, alrededor de las 13:00, para arribar a Beijing, aproximadamente a la medianoche de China, luego de una escala técnica de reabastecimiento en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Cada vuelo estará transportando alrededor de 800 mil dosis de vacunas, teniendo en cuenta que son 8 millones de dosis divididos en 10 vuelos y todos los vuelos mantendrían el mismo recorrido y, en principio, los mismos horarios.
EL USO DE SINOPHARM EN EL PAÍS
Hasta el momento, arribaron al país seis millones de vacunas producidas en China, de las cuales 5.195.200 fueron transportadas en 7 vuelos de Aerolíneas Argentinas, en tanto que las restantes arribaron en vuelos de línea de las compañías Lufthansa, Qatar y KLM.
La Sinopharm es una de las tres vacunas desarrolladas por laboratorios chinos, fabricada por la Corporación Grupo Farmacéutico Nacional Chino (conocida como Sinopharm), y requiere de dos dosis y puede transportarse y almacenarse a una temperatura de entre 2 y 8° C. Según los estudios realizados por los técnicos chinos, tiene una eficacia del 79,34%.
Fue autorizada por el Ministerio de Salud de la Nación para uso de emergencia y el primer cargamento de esta vacuna llegó al Aeropuerto Internacional de Ezeiza en un vuelo de Aerolíneas Argentinas que trajo en sus bodegas 904 mil dosis.
En un primer momento, la vacuna fue utilizada como dosis 1 para docentes, personal de salud y personas entre 18 y 59 años con condiciones de riesgo, ya que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Sanitaria (ANMAT) había recomendado el uso de la vacuna sólo en menores de 60 años.
Sin embargo, el 25 de marzo Vizzotti, anunció que la ANMAT recomendó al Ministerio autorizar el uso de emergencia de la vacuna Sinopharm en el grupo de mayores de 60 años y de esta forma, la vacuna comenzó a utilizarse para avanzar en la inmunización de este grupo de riesgo.
La vacuna de Sinopharm fue desarrollada en colaboración con el Beijing Institute of Biological Products y consiste en una vacuna inactivada, lo que significa que porta una versión del virus alterada genéticamente para ser incapaz de reproducirse, pero que genera una respuesta inmune en el organismo.
El 30 de diciembre último, Sinopharm, farmacéutica china de propiedad estatal, anunció a través de un comunicado de prensa que el primer análisis interino de los resultados del ensayo clínico de la Fase III mostraron que la vacuna alcanza una eficacia del 79,34% tras la administración de 2 dosis.
En ese reporte se indicaba que la vacuna es segura y que los participantes que recibieron dos dosis produjeron un alto nivel de anticuerpos contra el virus, a una tasa del 99,52%.
Sinopharm ya había concluido para entonces sus ensayos clínicos en Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde los resultados provisionales le otorgaron un 86% de eficacia. La vacuna fue aprobada en 36 países, incluida la Argentina, entre los que se cuentan, además, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Egipto, Jordania, Camboya, Irak, Morocco, Serbia, Pakistán, Seychelles y Hungría.
En América Latina, el Gobierno de Perú anunció que firmó un acuerdo de compra y una carta de compromiso con Sinopharm para acceder a 30 millones de dosis.
Otros laboratorios chinos desarrollan también las vacunas CoronaVac, de Sinovac Biotech -vacuna que actualmente se está aplicando tanto en Uruguay como en Chile- y la vacuna llamada Ad5-nCoV o Convidecia, de la compañía Cansino Biologics junto con el Instituto de Biotecnología de Pekín, cuyos ensayos clínicos también se están realizando en la Argentina por la Fundación Huésped.