Todos los detenidos están acusados como coautores del secuestro, la tortura y el asesinato de las primas Brenda del Castillo y Morena Verdi, ambas de 20 años, y de Lara Gutiérrez, de 15, cuyos restos fueron hallados en el jardín de una casa de Florencio Varela el 24 de septiembre, cinco días después de que desaparecieran en Ciudad Evita.
Así como los hombres imputados tienen el agravante de la violencia de género por considerar el ensañamiento con el que torturaron y ejecutaron a las víctimas, los fiscales también consideraron que el triple crimen fue un «homicidio crimins causa», es decir, que las mataron para cubrir otro delito, como el robo de decenas de kilos de droga.
Para los fiscales Carlos Adrián Arribas, Claudio Fornaro, Diego Rulli y Lorena Pecorelli, el triple crimen fue ordenado desde Perú, posiblemente desde Trujillo, la localidad de donde es oriunda la familia de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias «Pequeño J», el joven de 20 años que se encuentra detenido desde el mes pasado en su país de origen, acusado como coautor del hecho.
Todavía falta que se resuelva la extradición de «Pequeño J», así como también la captura de los tres prófugos, que son Álex Ydone Castillo, David Morales Huamaní y Manuel Valverde Rodríguez, hoy buscados por la Justicia argentina con la colaboración de Interpol y en comunicación con la Policía de Perú.
por su vínculo con el narcotráfico.

